/ sábado 11 de abril de 2020

Hablemos de Tecnología | Ejército de Bots

Quien huye de la verdad, tarde o temprano termina tropezando con ella. Las personas tenemos en nuestra psicología, “sesgos” que nos distinguen, que nos vuelven únicos, pero que también enmascaran la realidad que pasa frente a nuestros ojos, somos seres de creencias, de tradición, de mitos, y la mayoría de las veces tomamos decisiones en base a lo que sentimos en el momento, antes de lo que razonamos posteriormente.

Joseph Goebbels ministro de propaganda de los nazis acuñó la frase “Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”, y desde los lejanos años 30’s del siglo pasado esa máxima ha sido una doctrina para la manipulación y la polarización de la opinión pública. Hoy en día haciendo uso de la tecnología y del poder de alcance de las redes sociales, un reducido número de personas, pueden utilizar herramientas tecnológicas para replicar mensajes de manera coordinada y masiva a fin de posicionar una idea, sea para bien o para mal.

El término “bot”, aféresis de robot, no es nuevo en la industria informática, ya desde los años 90’s del siglo pasado habían surgido algoritmos capaces de emular el comportamiento de una persona en una conversación, al principio como un juego, a la postre se convertirían en toda una tecnología multidisciplinaria, que hoy le da fortaleza a la comunicación en política, negocios, publicidad y mercadeo de nuevos productos y servicios; pero también, de manera lamentable, al servicio de la desinformación masiva de particulares o gobiernos.

Estos programas, pueden definirse como tecnologías que pueden simular el comportamiento humano dentro de internet, realizando automáticamente tareas repetitivas como enviar mensajes, emails o realizar “posteos” programados en redes sociales como Facebook®, Twitter® o Instagram®, tareas cuya realización por parte de una persona serían casi imposibles o muy tediosas. Más recientemente se han incorporado también “bots” para mensajería como WhatsApp® u otras aplicaciones.

Este tipo de actividades ha tomado tanta relevancia que ahora existen “granjas de bots”, las cuáles por una cuota le permiten masificar contenido y generar campañas en todo el mundo. Las granjas generalmente se establecen en lugares como China o India, en donde organizaciones trabajan con cientos o incluso miles de personas como operadores digitales para realizar ciertas actividades de manera coordinada, desde “minar” recursos de un videojuego en línea, dar “likes” o seguir cuentas, hasta atacar con comentarios a un personaje o empresa; se habla en la DeepWeb que existen también redes de computadoras infectadas por malware que actúan como terminales zombi para atacar sitios web (Ataques DDoS), redes sociales e incluso computadoras específicas, lógicamente la inmensa mayoría de los propietarios de las computadoras que forman estas redes, no sospechan siquiera de que sus terminales(pueden ser incluso tablets o celulares) están comprometidas.

Según un estudio presentado recientemente por Luis Ángel Hurtado, profesor-investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, México ocupa el segundo lugar mundial en “Fake News” (Información falsa) en el mundo, solo después de Turquía, país donde ya es un deporte nacional el desinformar, y muchas de estas notas falsas, vienen precisamente del uso de redes de “bots” en internet, principalmente en Facebook® en donde las personas pasan gran parte del día en la presente cuarentena.

Es aquí donde surge la duda, amigo lector, ¿Qué porcentaje de la información que nos llega es real?. La verdad, es difícil definirlo en un momento determinado, ya que mucha de ella se vale de un efecto de “oleadas de datos” en los que apenas comenzamos a asimilar una nota, diez o veinte más ya nos están llegando de manera interminable. La caducidad de la información se vuelve ridículamente corta, tanto que lo que podía ser una verdad o una novedad esta mañana, puede ser ya una mentira obsoleta por la tarde.

Estamos viviendo lo que muchos han denominado una “Tercera Guerra Mundial”, desde nuevos frentes, diferentes al conflicto armado frontal, pero no por ello menos mortíferos. Frentes sanitarios, económicos, sociales, culturales y definitivamente digitales. Vivimos “una guerra de bots” en donde los algoritmos y personas detrás del ordenador son los nuevos soldados, informando y desinformando, tratando de dibujar un mundo al antojo de quién paga la red, del moderno mecenas.

En un mundo de ciegos, el tuerto será el rey. Informemos la mente sin contaminar la razón, y privilegiemos siempre la verdad en el espíritu. Es mejor ser el último en dar una información, cuando se tenga certeza de lo que se informa es la verdad. Y aprovechemos el tiempo para aprender bien el mundo, antes que solo darse una idea de lo que pasa por él. Salud, Familia y Bienestar para usted.

“No existen los hechos, solo las interpretaciones”. Friedrich Nietzsche.

Quédate en Casa.

Quien huye de la verdad, tarde o temprano termina tropezando con ella. Las personas tenemos en nuestra psicología, “sesgos” que nos distinguen, que nos vuelven únicos, pero que también enmascaran la realidad que pasa frente a nuestros ojos, somos seres de creencias, de tradición, de mitos, y la mayoría de las veces tomamos decisiones en base a lo que sentimos en el momento, antes de lo que razonamos posteriormente.

Joseph Goebbels ministro de propaganda de los nazis acuñó la frase “Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”, y desde los lejanos años 30’s del siglo pasado esa máxima ha sido una doctrina para la manipulación y la polarización de la opinión pública. Hoy en día haciendo uso de la tecnología y del poder de alcance de las redes sociales, un reducido número de personas, pueden utilizar herramientas tecnológicas para replicar mensajes de manera coordinada y masiva a fin de posicionar una idea, sea para bien o para mal.

El término “bot”, aféresis de robot, no es nuevo en la industria informática, ya desde los años 90’s del siglo pasado habían surgido algoritmos capaces de emular el comportamiento de una persona en una conversación, al principio como un juego, a la postre se convertirían en toda una tecnología multidisciplinaria, que hoy le da fortaleza a la comunicación en política, negocios, publicidad y mercadeo de nuevos productos y servicios; pero también, de manera lamentable, al servicio de la desinformación masiva de particulares o gobiernos.

Estos programas, pueden definirse como tecnologías que pueden simular el comportamiento humano dentro de internet, realizando automáticamente tareas repetitivas como enviar mensajes, emails o realizar “posteos” programados en redes sociales como Facebook®, Twitter® o Instagram®, tareas cuya realización por parte de una persona serían casi imposibles o muy tediosas. Más recientemente se han incorporado también “bots” para mensajería como WhatsApp® u otras aplicaciones.

Este tipo de actividades ha tomado tanta relevancia que ahora existen “granjas de bots”, las cuáles por una cuota le permiten masificar contenido y generar campañas en todo el mundo. Las granjas generalmente se establecen en lugares como China o India, en donde organizaciones trabajan con cientos o incluso miles de personas como operadores digitales para realizar ciertas actividades de manera coordinada, desde “minar” recursos de un videojuego en línea, dar “likes” o seguir cuentas, hasta atacar con comentarios a un personaje o empresa; se habla en la DeepWeb que existen también redes de computadoras infectadas por malware que actúan como terminales zombi para atacar sitios web (Ataques DDoS), redes sociales e incluso computadoras específicas, lógicamente la inmensa mayoría de los propietarios de las computadoras que forman estas redes, no sospechan siquiera de que sus terminales(pueden ser incluso tablets o celulares) están comprometidas.

Según un estudio presentado recientemente por Luis Ángel Hurtado, profesor-investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, México ocupa el segundo lugar mundial en “Fake News” (Información falsa) en el mundo, solo después de Turquía, país donde ya es un deporte nacional el desinformar, y muchas de estas notas falsas, vienen precisamente del uso de redes de “bots” en internet, principalmente en Facebook® en donde las personas pasan gran parte del día en la presente cuarentena.

Es aquí donde surge la duda, amigo lector, ¿Qué porcentaje de la información que nos llega es real?. La verdad, es difícil definirlo en un momento determinado, ya que mucha de ella se vale de un efecto de “oleadas de datos” en los que apenas comenzamos a asimilar una nota, diez o veinte más ya nos están llegando de manera interminable. La caducidad de la información se vuelve ridículamente corta, tanto que lo que podía ser una verdad o una novedad esta mañana, puede ser ya una mentira obsoleta por la tarde.

Estamos viviendo lo que muchos han denominado una “Tercera Guerra Mundial”, desde nuevos frentes, diferentes al conflicto armado frontal, pero no por ello menos mortíferos. Frentes sanitarios, económicos, sociales, culturales y definitivamente digitales. Vivimos “una guerra de bots” en donde los algoritmos y personas detrás del ordenador son los nuevos soldados, informando y desinformando, tratando de dibujar un mundo al antojo de quién paga la red, del moderno mecenas.

En un mundo de ciegos, el tuerto será el rey. Informemos la mente sin contaminar la razón, y privilegiemos siempre la verdad en el espíritu. Es mejor ser el último en dar una información, cuando se tenga certeza de lo que se informa es la verdad. Y aprovechemos el tiempo para aprender bien el mundo, antes que solo darse una idea de lo que pasa por él. Salud, Familia y Bienestar para usted.

“No existen los hechos, solo las interpretaciones”. Friedrich Nietzsche.

Quédate en Casa.