/ martes 13 de marzo de 2018

Tres tandas por un boleto

PRIMERA TANDA.- Si el PRI cambió sus estatutos para abrirle una posibilidad a José Antonio Meade de ser su candidato, no debe sorprender que el INE haga lo propio para permitir los debates públicos en el periodo de intercampañas.

Por lo pronto, la prisa de José Antonio Meade y Ricardo Anaya por debatir públicamente con AMLO, reconfirma que se mantienen abajo en las encuestas y aprovecharán la ocasión para sembrar la percepción pública de que se cierra la brecha que los separa del puntero. ¿Quién saldrá más beneficiado de esta ganga electoral? ¿Será Meade o Anaya? Crucen apuestas. Aunque para el primero todo es ganancia. SEGUNDA TANDA.-Ricardo Anaya, candidato de Por Mexico al Frente, sigue terco en una de las peores empresas, o sea, ofrecer amor no solicitado, cuando es obvio que un grupo importante de Accion Nacional lo rechaza y el desmoronamiento de su candidatura está prendido con alfileres. Además, parece adolecer del tiempo necesario para limar asperezas y recobrar la imagen de estar aún en las filas de la leal oposición, como se ha calificado al PAN. Yo creo que a don Ricardo Anaya le sucede lo que a muchos pretendientes mal correspondidos, que sin importarles recibir mil desaires, insisten una y otra vez sólo para aguantar una andanada de burlas y desprecios. Honestamente, don Ricardo necesita que alguien le diga ¡Ya déjalo de ese tamaño, amigo, vámonos de aquí! Sin embargo, el amor al poder, la ambición por el poder, puede llegar a convertirse en el motor psicológico más fuerte que casi todo, y el militante del blanquiazul parece ser el último en entender cómo esta verdadera obnubilación del razonamiento humano puede alcanzar los niveles más peligrosos y al mismo tiempo producir acciones incomprensibles. TERCERA TANDA.- Estados Unidos atraviesa por un momento crítico, de consecuencias impredecibles, la amenaza del terrorismo los lleva al grado de la paranoia en su seguridad interna, que los lleva a operar bajo el principio del derecho del más fuerte, por tanto, nunca como ahora se advierte la necesidad de llevar a la práctica la tradicional política diplomática constitucional que caracterizó a México en el siglo pasado y antepasado, con el concurso de gente adiestrada en los escamoteos retóricos, y hábiles esquivadores de las embestidas de los prepotentes políticos Made in USA, a los cuales ya en otras ocasiones se les ha logrado convencer con razones y sobre bases verdaderamente legales. Se precisa del concurso de mexicanos destacados y experimentados diplomáticos, sobre todo en momentos críticos para la nación

PRIMERA TANDA.- Si el PRI cambió sus estatutos para abrirle una posibilidad a José Antonio Meade de ser su candidato, no debe sorprender que el INE haga lo propio para permitir los debates públicos en el periodo de intercampañas.

Por lo pronto, la prisa de José Antonio Meade y Ricardo Anaya por debatir públicamente con AMLO, reconfirma que se mantienen abajo en las encuestas y aprovecharán la ocasión para sembrar la percepción pública de que se cierra la brecha que los separa del puntero. ¿Quién saldrá más beneficiado de esta ganga electoral? ¿Será Meade o Anaya? Crucen apuestas. Aunque para el primero todo es ganancia. SEGUNDA TANDA.-Ricardo Anaya, candidato de Por Mexico al Frente, sigue terco en una de las peores empresas, o sea, ofrecer amor no solicitado, cuando es obvio que un grupo importante de Accion Nacional lo rechaza y el desmoronamiento de su candidatura está prendido con alfileres. Además, parece adolecer del tiempo necesario para limar asperezas y recobrar la imagen de estar aún en las filas de la leal oposición, como se ha calificado al PAN. Yo creo que a don Ricardo Anaya le sucede lo que a muchos pretendientes mal correspondidos, que sin importarles recibir mil desaires, insisten una y otra vez sólo para aguantar una andanada de burlas y desprecios. Honestamente, don Ricardo necesita que alguien le diga ¡Ya déjalo de ese tamaño, amigo, vámonos de aquí! Sin embargo, el amor al poder, la ambición por el poder, puede llegar a convertirse en el motor psicológico más fuerte que casi todo, y el militante del blanquiazul parece ser el último en entender cómo esta verdadera obnubilación del razonamiento humano puede alcanzar los niveles más peligrosos y al mismo tiempo producir acciones incomprensibles. TERCERA TANDA.- Estados Unidos atraviesa por un momento crítico, de consecuencias impredecibles, la amenaza del terrorismo los lleva al grado de la paranoia en su seguridad interna, que los lleva a operar bajo el principio del derecho del más fuerte, por tanto, nunca como ahora se advierte la necesidad de llevar a la práctica la tradicional política diplomática constitucional que caracterizó a México en el siglo pasado y antepasado, con el concurso de gente adiestrada en los escamoteos retóricos, y hábiles esquivadores de las embestidas de los prepotentes políticos Made in USA, a los cuales ya en otras ocasiones se les ha logrado convencer con razones y sobre bases verdaderamente legales. Se precisa del concurso de mexicanos destacados y experimentados diplomáticos, sobre todo en momentos críticos para la nación