/ martes 11 de mayo de 2021

Economía para todos | Libertad financiera

Como tal, es la capacidad de poder vivir cómodamente bajo el resguardo de la rentabilidad de tus inversiones, ingresos por tus activos o hasta de tus ahorros.

La libertad financiera es un concepto poco conocido por su nombre como tal, pero anhelado por cualquier individuo que quisiera dejar de trabajar y/o vivir de sus inversiones.

Este concepto salta a la fama debido al empresario estadounidense Robert Kiyosaki, autor de distintos libros acerca de finanzas personales e inversiones entre los cuales encontramos el más reconocido: “Padre Rico, Padre Pobre”. Kiyosaki plantea la libertad financiera de un modo en el que un individuo puede vivir libremente con la capacidad para limitar los gastos personales y sin depender estrictamente de los ingresos generados por un trabajo rutinario. Asimismo, es un patrimonio que se logra crear y que por sí mismo nos genera ingresos, ya sea de manera fija o multiplicándose.

Sin embargo, llegar a obtener una libertad financiera plena es un tanto complicado hoy en día, esto debido a un robusto conjunto de circunstancias que nos aquejan y nos impiden de manera constante alcanzarla, tales como un salario bajo, deudas, ignorancia financiera, nula capacidad de ahorro, gastos compulsivos, etc.

No obstante, dentro de nuestro presupuesto existen gastos innecesarios que son todos aquellos que simplemente los realizamos con el objetivo de satisfacer a nuestro ego o que básicamente no estemos conscientes de su desembolso y nos afecta nuestra capacidad de ahorro. Ahí es cuando este tipo de gastos son los que nos pueden afectar nuestros ingresos y a su vez, nuestro presupuesto.

Por lo que es sumamente necesario volvernos conscientes y evaluar al adquirir cada producto mientras nos preguntamos si realmente nos beneficiará o si lo ocuparemos más de una vez.

Asimismo, habrá que tener en cuenta esos gastos extraordinarios que se nos pueden presentar en forma de emergencias como enfermedades, desastres naturales o situaciones imprevistas; por lo que es idóneo contar con un ahorro que nos respalde en esos momentos en los que tengamos que desembolsar una cantidad fuerte en tan poco tiempo y no porque la probabilidad sea menor hay que dejarlos desapercibidos. Por lo que es importante destinar un porcentaje de nuestros ingresos a este rubro.

Por otra parte, si bien los ingresos son clave para obtener una libertad financiera, serán la capacidad de ahorro y la educación financiera las que nos permita alcanzar esa estabilidad.

La primera nos indicará lo que podremos ahorrar después de cubrir todos los gastos necesarios tales como alimentos, servicios básicos, alquiler, entre otros. Mientras que la segunda y en lo personal, es la que nos forjará como una persona sensata a la hora de manejar nuestras finanzas personales para instruirnos en los principios básicos de un presupuesto, ahorro, inversiones, créditos y hasta seguros.

Regeneración 19



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Este concepto salta a la fama debido al empresario estadounidense Robert Kiyosaki, autor de distintos libros acerca de finanzas personales e inversiones entre los cuales encontramos el más reconocido: “Padre Rico, Padre Pobre”. Kiyosaki plantea la libertad financiera de un modo en el que un individuo puede vivir libremente con la capacidad para limitar los gastos personales y sin depender estrictamente de los ingresos generados por un trabajo rutinario. Asimismo, es un patrimonio que se logra crear y que por sí mismo nos genera ingresos, ya sea de manera fija o multiplicándose.

Sin embargo, llegar a obtener una libertad financiera plena es un tanto complicado hoy en día, esto debido a un robusto conjunto de circunstancias que nos aquejan y nos impiden de manera constante alcanzarla, tales como un salario bajo, deudas, ignorancia financiera, nula capacidad de ahorro, gastos compulsivos, etc.

No obstante, dentro de nuestro presupuesto existen gastos innecesarios que son todos aquellos que simplemente los realizamos con el objetivo de satisfacer a nuestro ego o que básicamente no estemos conscientes de su desembolso y nos afecta nuestra capacidad de ahorro. Ahí es cuando este tipo de gastos son los que nos pueden afectar nuestros ingresos y a su vez, nuestro presupuesto.

Por lo que es sumamente necesario volvernos conscientes y evaluar al adquirir cada producto mientras nos preguntamos si realmente nos beneficiará o si lo ocuparemos más de una vez.

Asimismo, habrá que tener en cuenta esos gastos extraordinarios que se nos pueden presentar en forma de emergencias como enfermedades, desastres naturales o situaciones imprevistas; por lo que es idóneo contar con un ahorro que nos respalde en esos momentos en los que tengamos que desembolsar una cantidad fuerte en tan poco tiempo y no porque la probabilidad sea menor hay que dejarlos desapercibidos. Por lo que es importante destinar un porcentaje de nuestros ingresos a este rubro.

Por otra parte, si bien los ingresos son clave para obtener una libertad financiera, serán la capacidad de ahorro y la educación financiera las que nos permita alcanzar esa estabilidad.

La primera nos indicará lo que podremos ahorrar después de cubrir todos los gastos necesarios tales como alimentos, servicios básicos, alquiler, entre otros. Mientras que la segunda y en lo personal, es la que nos forjará como una persona sensata a la hora de manejar nuestras finanzas personales para instruirnos en los principios básicos de un presupuesto, ahorro, inversiones, créditos y hasta seguros.

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