/ martes 19 de marzo de 2024

Economía para todos / En espera

Este próximo jueves se emitirá la decisión de política monetaria por parte de la Junta de Gobierno del Banco de México.

El concepto de tasa de interés tiene sus raíces en la teoría económica y financiera, que reconoce el costo del dinero en el tiempo y la importancia del riesgo en las transacciones financieras. En un sentido amplio, la tasa de interés representa el precio del dinero, es decir, la compensación que se paga por el uso de los fondos prestados o la recompensa por ahorrar.

En el contexto de la política monetaria, el origen de la tasa de interés como instrumento de control se encuentra en la necesidad de los bancos centrales de influir en las condiciones financieras y económicas para lograr objetivos como la estabilidad de precios, el pleno empleo y el crecimiento económico sostenible.

Es por ello que, la tasa de interés desempeña un papel crucial en la política monetaria del Banco de México, ya que es una herramienta fundamental para influir en las condiciones financieras y económicas de nuestro país. Su importancia radica en su capacidad para afectar el costo del crédito, el gasto de los consumidores y las decisiones de inversión de las empresas, lo que a su vez tiene repercusiones en diversos aspectos de la economía.

En primer lugar, la tasa de interés es una herramienta clave para controlar la inflación y mantener la estabilidad de precios. Cuando el Banco de México aumenta la tasa de interés de referencia, encarece el costo del crédito y desalienta el gasto y la inversión, lo que puede ayudar a frenar la demanda agregada y reducir las presiones inflacionarias. Por otro lado, si el Banco de México reduce la tasa de interés, busca estimular la actividad económica y el consumo, lo que puede impulsar la inflación en el corto plazo si no está acompañada de un aumento en la producción y la oferta de bienes y servicios.

Además, la tasa de interés también influye en el tipo de cambio y los flujos de capital internacionales. Un aumento en la tasa de interés tiende a fortalecer la moneda nacional, ya que atrae inversores extranjeros en busca de mayores rendimientos. Esto puede ayudar a estabilizar el tipo de cambio y reducir la volatilidad en los mercados financieros. Por el contrario, una disminución en la tasa de interés puede debilitar la moneda nacional, lo que puede aumentar la presión sobre los precios de importación y generar flujos de capital especulativos que afecten la estabilidad financiera. Este nexo entre la tasa de interés y su influencia en el tipo de cambio, pudiera explicar —en parte— las conversiones respecto al dólar estadounidense que hemos estado presenciando por debajo de los veinte pesos por dólar estadounidense desde finales del año 2022, donde la tasa de interés de referencia del Banco de México, ya sobrepasaba los 9 puntos porcentuales.

Por otra parte, las expectativas de los agentes económicos juegan un papel crucial en la efectividad de la política monetaria a través de la tasa de interés. Cuando se espera una disminución de la tasa de interés, los agentes económicos pueden anticipar condiciones financieras más favorables en el futuro, lo que puede estimular la inversión y el consumo en el presente. Esto se debe a que las empresas pueden prever costos de financiamiento más bajos para la expansión y los consumidores pueden anticipar tasas de interés más bajas para préstamos, como hipotecas y créditos al consumo. Sin embargo, si las expectativas de los agentes económicos no están alineadas con las acciones del banco central, la efectividad de la política monetaria puede verse comprometida. Por lo tanto, las expectativas de los agentes económicos son un elemento clave a considerar al implementar medidas de política monetaria, ya que pueden amplificar o mitigar el impacto de estas medidas en la economía.

En ese sentido, este próximo jueves 21 de marzo de 2024 se espera que se presente el primer recorte a la tasa de interés en casi un año por parte de la Junta de Gobierno del Banco de México, principalmente inducido por las bajas tasas interanuales de inflación que se han registrado últimamente que, para ser precisos, para febrero pasado, la inflación se ubicó en 4.4 por ciento interanual.

Regeneración 19

Este próximo jueves se emitirá la decisión de política monetaria por parte de la Junta de Gobierno del Banco de México.

El concepto de tasa de interés tiene sus raíces en la teoría económica y financiera, que reconoce el costo del dinero en el tiempo y la importancia del riesgo en las transacciones financieras. En un sentido amplio, la tasa de interés representa el precio del dinero, es decir, la compensación que se paga por el uso de los fondos prestados o la recompensa por ahorrar.

En el contexto de la política monetaria, el origen de la tasa de interés como instrumento de control se encuentra en la necesidad de los bancos centrales de influir en las condiciones financieras y económicas para lograr objetivos como la estabilidad de precios, el pleno empleo y el crecimiento económico sostenible.

Es por ello que, la tasa de interés desempeña un papel crucial en la política monetaria del Banco de México, ya que es una herramienta fundamental para influir en las condiciones financieras y económicas de nuestro país. Su importancia radica en su capacidad para afectar el costo del crédito, el gasto de los consumidores y las decisiones de inversión de las empresas, lo que a su vez tiene repercusiones en diversos aspectos de la economía.

En primer lugar, la tasa de interés es una herramienta clave para controlar la inflación y mantener la estabilidad de precios. Cuando el Banco de México aumenta la tasa de interés de referencia, encarece el costo del crédito y desalienta el gasto y la inversión, lo que puede ayudar a frenar la demanda agregada y reducir las presiones inflacionarias. Por otro lado, si el Banco de México reduce la tasa de interés, busca estimular la actividad económica y el consumo, lo que puede impulsar la inflación en el corto plazo si no está acompañada de un aumento en la producción y la oferta de bienes y servicios.

Además, la tasa de interés también influye en el tipo de cambio y los flujos de capital internacionales. Un aumento en la tasa de interés tiende a fortalecer la moneda nacional, ya que atrae inversores extranjeros en busca de mayores rendimientos. Esto puede ayudar a estabilizar el tipo de cambio y reducir la volatilidad en los mercados financieros. Por el contrario, una disminución en la tasa de interés puede debilitar la moneda nacional, lo que puede aumentar la presión sobre los precios de importación y generar flujos de capital especulativos que afecten la estabilidad financiera. Este nexo entre la tasa de interés y su influencia en el tipo de cambio, pudiera explicar —en parte— las conversiones respecto al dólar estadounidense que hemos estado presenciando por debajo de los veinte pesos por dólar estadounidense desde finales del año 2022, donde la tasa de interés de referencia del Banco de México, ya sobrepasaba los 9 puntos porcentuales.

Por otra parte, las expectativas de los agentes económicos juegan un papel crucial en la efectividad de la política monetaria a través de la tasa de interés. Cuando se espera una disminución de la tasa de interés, los agentes económicos pueden anticipar condiciones financieras más favorables en el futuro, lo que puede estimular la inversión y el consumo en el presente. Esto se debe a que las empresas pueden prever costos de financiamiento más bajos para la expansión y los consumidores pueden anticipar tasas de interés más bajas para préstamos, como hipotecas y créditos al consumo. Sin embargo, si las expectativas de los agentes económicos no están alineadas con las acciones del banco central, la efectividad de la política monetaria puede verse comprometida. Por lo tanto, las expectativas de los agentes económicos son un elemento clave a considerar al implementar medidas de política monetaria, ya que pueden amplificar o mitigar el impacto de estas medidas en la economía.

En ese sentido, este próximo jueves 21 de marzo de 2024 se espera que se presente el primer recorte a la tasa de interés en casi un año por parte de la Junta de Gobierno del Banco de México, principalmente inducido por las bajas tasas interanuales de inflación que se han registrado últimamente que, para ser precisos, para febrero pasado, la inflación se ubicó en 4.4 por ciento interanual.

Regeneración 19