/ martes 26 de marzo de 2024

Economía para todos / Lo esperado

El pasado jueves 21 de marzo, se decidió de forma mayoritaria, que la tasa de interés de referencia se redujera en 25 puntos base, pasando de 11.25 a 11 por ciento.

Después de un año sin movimientos en la tasa de interés, manteniéndose en 11.25 por ciento, el pasado jueves se votó de manera mayoritaria el hecho de que se disminuyera la tasa de interés en 25 puntos base, ubicándola en 11 por ciento.

De acuerdo a la Gobernadora del Banco de México a través de El Financiero, este primer recorte en la tasa de interés —después de un año— no significa que la batalla contra la inflación ha terminado, sino que, al contrario, todavía existen riesgos que pudieran irrumpir en que la inflación no converja a la meta de 3 por ciento, por lo que en próximas reuniones se actuará con precaución y paso a paso, tomando en cuenta la perspectiva inflacionaria y los riesgos —o retos— que prevalezcan.

Con ello, las decisiones serán congruentes con la trayectoria requerida para que la inflación converja nuevamente de forma ordenada a la meta general de 3 por ciento, cuya estimación, se espera que sea para el segundo trimestre de 2025. Con esto, según el comunicado de prensa de Banco de México, se espera que el proceso de desaceleración de la inflación continue ante la postura de la política monetaria y la mitigación de choques externos, como los remanentes de la pandemia y los persistentes conflictos geopolíticos tanto en Europa del Este, como en Oriente Próximo.

De igual manera, entre los riesgos que se prevén que pudieran incidir en aumentos en la inflación pueden ser la persistencia de una alta inflación subyacente —es decir, los productos no volátiles—, una depreciación cambiaria, mayores presiones en los costos, una mayor resiliencia por parte de la economía mexicana, afectaciones climáticas y escalamiento en los conflictos geopolíticos. En tanto, se prevé que una desaceleración económica mayor a la esperada, un menor traspaso de presiones en los costos y un menor tipo de cambio respecto a los niveles de los mismos meses del año pasado, pudieran ser parte de los riesgos que incidirían en disminuciones de la inflación.

Ahora bien, ¿a quiénes afecta y a quiénes beneficia? La decisión de reducir la tasa de interés puede tener un impacto diverso dependiendo de la perspectiva de cada agente económico. Por un lado, los ahorradores podrían verse afectados negativamente, ya que esta disminución reduciría los rendimientos de sus inversiones y ahorros en instrumentos financieros de renta fija. Además, las entidades financieras podrían presentar desafíos en cuanto a su rentabilidad, dado que una reducción en la tasa de interés podría reducir sus márgenes de interés neto, mientras que también se podría estimular la demanda de crédito y aumentar los ingresos por comisiones y servicios.

Por otro lado, hay diferentes sectores que podrían beneficiarse de esta disminución. Los deudores, tanto individuales como empresariales, encontrarían un alivio en sus cargas financieras, ya que los préstamos y créditos se volverían más accesibles, permitiendo impulsar el consumo y la inversión que, a su vez, estimularía la actividad económica. De igual forma, los mercados de valores podrían experimentar un impulso, ya que una tasa de interés más baja hace que las inversiones en acciones y otros activos sean más atractivas en comparación con los activos de renta fija. Respecto al gobierno, una reducción en la tasa de interés implicaría un menor costo de financiamiento de la deuda pública, pudiendo liberar recursos que pueden destinarse a otros fines, como inversión en infraestructura, programas sociales o estímulos fiscales para impulsar la economía, sin embargo, una menor tasa de interés puede reducir los ingresos por intereses de los bonos del gobierno.

Es así, como la decisión de reducir la tasa de interés por parte de la Junta de Gobierno tiene diferentes implicaciones importantes para diversos actores de la economía que, si bien puede estimular el consumo, inversión y el crecimiento económico, también es necesario monitorear de cerca sus efectos en la inflación, tipo de cambio y la estabilidad financiera a largo plazo. En tanto, dentro de la votación de los miembros de la Junta de Gobierno, la decisión fue mayoritaria por reducirla en 4 a 1, mientras que, quien decidió mantener la tasa de interés de referencia en un mismo nivel fue Irene Espinosa Cantellano.

Regeneración 19

El pasado jueves 21 de marzo, se decidió de forma mayoritaria, que la tasa de interés de referencia se redujera en 25 puntos base, pasando de 11.25 a 11 por ciento.

Después de un año sin movimientos en la tasa de interés, manteniéndose en 11.25 por ciento, el pasado jueves se votó de manera mayoritaria el hecho de que se disminuyera la tasa de interés en 25 puntos base, ubicándola en 11 por ciento.

De acuerdo a la Gobernadora del Banco de México a través de El Financiero, este primer recorte en la tasa de interés —después de un año— no significa que la batalla contra la inflación ha terminado, sino que, al contrario, todavía existen riesgos que pudieran irrumpir en que la inflación no converja a la meta de 3 por ciento, por lo que en próximas reuniones se actuará con precaución y paso a paso, tomando en cuenta la perspectiva inflacionaria y los riesgos —o retos— que prevalezcan.

Con ello, las decisiones serán congruentes con la trayectoria requerida para que la inflación converja nuevamente de forma ordenada a la meta general de 3 por ciento, cuya estimación, se espera que sea para el segundo trimestre de 2025. Con esto, según el comunicado de prensa de Banco de México, se espera que el proceso de desaceleración de la inflación continue ante la postura de la política monetaria y la mitigación de choques externos, como los remanentes de la pandemia y los persistentes conflictos geopolíticos tanto en Europa del Este, como en Oriente Próximo.

De igual manera, entre los riesgos que se prevén que pudieran incidir en aumentos en la inflación pueden ser la persistencia de una alta inflación subyacente —es decir, los productos no volátiles—, una depreciación cambiaria, mayores presiones en los costos, una mayor resiliencia por parte de la economía mexicana, afectaciones climáticas y escalamiento en los conflictos geopolíticos. En tanto, se prevé que una desaceleración económica mayor a la esperada, un menor traspaso de presiones en los costos y un menor tipo de cambio respecto a los niveles de los mismos meses del año pasado, pudieran ser parte de los riesgos que incidirían en disminuciones de la inflación.

Ahora bien, ¿a quiénes afecta y a quiénes beneficia? La decisión de reducir la tasa de interés puede tener un impacto diverso dependiendo de la perspectiva de cada agente económico. Por un lado, los ahorradores podrían verse afectados negativamente, ya que esta disminución reduciría los rendimientos de sus inversiones y ahorros en instrumentos financieros de renta fija. Además, las entidades financieras podrían presentar desafíos en cuanto a su rentabilidad, dado que una reducción en la tasa de interés podría reducir sus márgenes de interés neto, mientras que también se podría estimular la demanda de crédito y aumentar los ingresos por comisiones y servicios.

Por otro lado, hay diferentes sectores que podrían beneficiarse de esta disminución. Los deudores, tanto individuales como empresariales, encontrarían un alivio en sus cargas financieras, ya que los préstamos y créditos se volverían más accesibles, permitiendo impulsar el consumo y la inversión que, a su vez, estimularía la actividad económica. De igual forma, los mercados de valores podrían experimentar un impulso, ya que una tasa de interés más baja hace que las inversiones en acciones y otros activos sean más atractivas en comparación con los activos de renta fija. Respecto al gobierno, una reducción en la tasa de interés implicaría un menor costo de financiamiento de la deuda pública, pudiendo liberar recursos que pueden destinarse a otros fines, como inversión en infraestructura, programas sociales o estímulos fiscales para impulsar la economía, sin embargo, una menor tasa de interés puede reducir los ingresos por intereses de los bonos del gobierno.

Es así, como la decisión de reducir la tasa de interés por parte de la Junta de Gobierno tiene diferentes implicaciones importantes para diversos actores de la economía que, si bien puede estimular el consumo, inversión y el crecimiento económico, también es necesario monitorear de cerca sus efectos en la inflación, tipo de cambio y la estabilidad financiera a largo plazo. En tanto, dentro de la votación de los miembros de la Junta de Gobierno, la decisión fue mayoritaria por reducirla en 4 a 1, mientras que, quien decidió mantener la tasa de interés de referencia en un mismo nivel fue Irene Espinosa Cantellano.

Regeneración 19