/ martes 13 de octubre de 2020

Economía para todos | Tipos de recuperación

Después de posiblemente haber tocado fondo en el segundo trimestre del año donde el Producto Interno Bruto (PIB) cayó un (-)18.7 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, sigue latente la incógnita respecto a la manera en que la economía mexicana pudiera recuperarse.

Con el confinamiento generalizado, el cierre parcial de establecimientos y la adaptación de la sociedad mexicana a los medios electrónicos para sobrellevar las actividades que regularmente realizaban de manera presencial probablemente es que se haya tocado fondo en el segundo trimestre del año, periodo en el que se implementaron las medidas antes mencionadas para mitigar el surgimiento de contagios de manera exponencial. Por otra parte, de hace algunos meses a la fecha, se ha vuelto paulatinamente la reapertura de las actividades productivas; no obstante, sigue latente la posibilidad mayúscula del surgimiento de un rebrote y, por ende, esto nos orille a implementar un segundo confinamiento, lo cual podría retardar la recuperación económica.

De esta forma, existen tipos de recuperaciones económicas basadas en representaciones alfabéticas con las que los economistas nos apoyamos, para transmitir con mayor facilidad la manera en que se presentan los hechos gráficamente para los siguientes años a partir de la reapertura económica tanto nacional, como global. Sin embargo, la manera en que una recuperación económica se vaya a comportar en un futuro está fuertemente ligada a las causas de la caída, la profundidad y las reacciones mostradas por la iniciativa privada, el gobierno y la ciudadanía.

Una de las recuperaciones económicas que se desea que ocurriese, sería la representación en “V”, marcada por una caída pronunciada para posteriormente volver a los mismos niveles mostrados antes del percance económico, en este caso, el nivel del PIB mostrado antes del confinamiento generalizado. Sin embargo, para alcanzar este objetivo se requiere de tomar acciones precisas y rápidas para, primero, mitigar los efectos de la crisis y, segundo, dar con los mecanismos claves que ayuden a volver a situarse en los niveles anteriores.

Otra de las recuperaciones que se espera que ocurra sería la de manera en “U”, en donde al igual que la forma pasada, existe una caída en un corto periodo de tiempo seguido de una recuperación a niveles mostrados antes del percance económico, nada más que este restablecimiento no sería tan rápido y eficaz como la “V”, esto derivado de una respuesta tardía y logrando los niveles previos en un mediano o largo plazo.

Por otra parte, existe la forma de recuperación económica en forma de “W”, la cual nos alude a una montaña rusa, dónde primero existe una caída estrepitosa, luego un ligero ascenso, seguido de una recaída abrupta, para finalmente, lograr el crecimiento esperado. Este tipo de forma lo podríamos llegar a presenciar en caso de que exista una nueva ola de contagios masivos y se aplique nuevamente un confinamiento.

Por otro lado, el tipo de recuperación económica en forma de “L”, donde la caída es estrepitosa y el crecimiento posterior es paulatino e inclusive nulo, sería el peor de los escenarios al que podríamos enfrentarnos, en donde llegar a niveles previos al suceso económico, tardaría años en acontecer, si no es que décadas.

Del mismo modo, existe el tipo de recuperación en forma de “K”, en donde la economía resurgiría con el detalle de que habría notables desigualdades, habiendo ganadores y perdedores. Es decir, habría sectores que saldrían fortalecidos, como aquellos que puedan continuar operando con total normalidad. Por ejemplo, las empresas tecnológicas, telecomunicaciones, comercio electrónico, alimentación, farmacéuticas, entre otras. Mientras que los sectores que se verían debilitados ante la recuperación, serían principalmente el turismo y entretenimiento. Por ejemplo, las compañías aéreas, agencias de viajes, bares, restaurantes, hoteles, eventos deportivos, entre otros que dependen del contacto presencial.

En tanto, en México la única respuesta importante que ha habido ha sido mediante la política monetaria del Banco de México, la cual ha reaccionado de manera contracíclica; sin embargo, estas acciones serán insuficientes para otorgar resultados vigorosos a corto plazo; mientras que, en la zona sur de Tamaulipas, se espera que tengamos una recuperación lenta debido a la alta presencia de un sector turístico, de comercio físico y de servicios. Asimismo, podría ser una oportunidad importante para corregir las averías del capitalismo voraz que ha existido en los últimos años, y surgir con un capitalismo diferente en donde se realice sinergia entre la plusvalía para los accionistas de las empresas con la generación de valor social y ambiental. Cuídese mucho.

Regeneración 19

riveravela92@gmail.com

Después de posiblemente haber tocado fondo en el segundo trimestre del año donde el Producto Interno Bruto (PIB) cayó un (-)18.7 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, sigue latente la incógnita respecto a la manera en que la economía mexicana pudiera recuperarse.

Con el confinamiento generalizado, el cierre parcial de establecimientos y la adaptación de la sociedad mexicana a los medios electrónicos para sobrellevar las actividades que regularmente realizaban de manera presencial probablemente es que se haya tocado fondo en el segundo trimestre del año, periodo en el que se implementaron las medidas antes mencionadas para mitigar el surgimiento de contagios de manera exponencial. Por otra parte, de hace algunos meses a la fecha, se ha vuelto paulatinamente la reapertura de las actividades productivas; no obstante, sigue latente la posibilidad mayúscula del surgimiento de un rebrote y, por ende, esto nos orille a implementar un segundo confinamiento, lo cual podría retardar la recuperación económica.

De esta forma, existen tipos de recuperaciones económicas basadas en representaciones alfabéticas con las que los economistas nos apoyamos, para transmitir con mayor facilidad la manera en que se presentan los hechos gráficamente para los siguientes años a partir de la reapertura económica tanto nacional, como global. Sin embargo, la manera en que una recuperación económica se vaya a comportar en un futuro está fuertemente ligada a las causas de la caída, la profundidad y las reacciones mostradas por la iniciativa privada, el gobierno y la ciudadanía.

Una de las recuperaciones económicas que se desea que ocurriese, sería la representación en “V”, marcada por una caída pronunciada para posteriormente volver a los mismos niveles mostrados antes del percance económico, en este caso, el nivel del PIB mostrado antes del confinamiento generalizado. Sin embargo, para alcanzar este objetivo se requiere de tomar acciones precisas y rápidas para, primero, mitigar los efectos de la crisis y, segundo, dar con los mecanismos claves que ayuden a volver a situarse en los niveles anteriores.

Otra de las recuperaciones que se espera que ocurra sería la de manera en “U”, en donde al igual que la forma pasada, existe una caída en un corto periodo de tiempo seguido de una recuperación a niveles mostrados antes del percance económico, nada más que este restablecimiento no sería tan rápido y eficaz como la “V”, esto derivado de una respuesta tardía y logrando los niveles previos en un mediano o largo plazo.

Por otra parte, existe la forma de recuperación económica en forma de “W”, la cual nos alude a una montaña rusa, dónde primero existe una caída estrepitosa, luego un ligero ascenso, seguido de una recaída abrupta, para finalmente, lograr el crecimiento esperado. Este tipo de forma lo podríamos llegar a presenciar en caso de que exista una nueva ola de contagios masivos y se aplique nuevamente un confinamiento.

Por otro lado, el tipo de recuperación económica en forma de “L”, donde la caída es estrepitosa y el crecimiento posterior es paulatino e inclusive nulo, sería el peor de los escenarios al que podríamos enfrentarnos, en donde llegar a niveles previos al suceso económico, tardaría años en acontecer, si no es que décadas.

Del mismo modo, existe el tipo de recuperación en forma de “K”, en donde la economía resurgiría con el detalle de que habría notables desigualdades, habiendo ganadores y perdedores. Es decir, habría sectores que saldrían fortalecidos, como aquellos que puedan continuar operando con total normalidad. Por ejemplo, las empresas tecnológicas, telecomunicaciones, comercio electrónico, alimentación, farmacéuticas, entre otras. Mientras que los sectores que se verían debilitados ante la recuperación, serían principalmente el turismo y entretenimiento. Por ejemplo, las compañías aéreas, agencias de viajes, bares, restaurantes, hoteles, eventos deportivos, entre otros que dependen del contacto presencial.

En tanto, en México la única respuesta importante que ha habido ha sido mediante la política monetaria del Banco de México, la cual ha reaccionado de manera contracíclica; sin embargo, estas acciones serán insuficientes para otorgar resultados vigorosos a corto plazo; mientras que, en la zona sur de Tamaulipas, se espera que tengamos una recuperación lenta debido a la alta presencia de un sector turístico, de comercio físico y de servicios. Asimismo, podría ser una oportunidad importante para corregir las averías del capitalismo voraz que ha existido en los últimos años, y surgir con un capitalismo diferente en donde se realice sinergia entre la plusvalía para los accionistas de las empresas con la generación de valor social y ambiental. Cuídese mucho.

Regeneración 19

riveravela92@gmail.com