/ martes 29 de diciembre de 2020

Economía para todos | Un año de introspección financiera

Este 2020 se acaba, y con él, se quedan algunas reflexiones en cuanto a nuestras decisiones financieras que hemos llevado a cabo a lo largo de este año complicado.

Estamos por concluir un año que por más pesimista que llegáramos a haber sido, no se podía haber pronosticado; donde hemos presenciado acontecimientos impresionantes e inclusive que jamás hubiéramos pensado observar, desde el dólar estadounidense rozando los 26 pesos mexicanos, el precio del barril de petróleo estadounidense y mexicano a precios históricamente negativos, altas tasas de desempleo, máximos históricos en las bolsas de valores de Estados Unidos; y todo ello con un denominador en común: un virus.

Y es que, si hace poco más de un año, cuando se detectó el primer caso de coronavirus en China, alguien habría pensado lo que ocasionaría a lo largo y ancho del mundo, no lo habríamos imaginado; y es así como no hubo persona que no mostrara afectaciones debido a ello, ya sea para bien o para mal, en mayor o en menor medida.

Asimismo, debemos tener en mente que a pesar de lo adverso que fue este año en el ámbito económico debido a los recortes de personal y salarial, los cierres de establecimientos y disminuciones a la producción; a su vez, nos enseñó ciertas cosas positivas que podemos aplicar en el año venidero y los subsecuentes. Por ejemplo, la curiosidad acerca de nuestro dinero, el actuar responsablemente y la diversificación.

En el caso de la curiosidad, este año nos demostró que tenemos que hacer énfasis en lo que poseemos para gastar o dejar de gastar para reducir nuestros egresos, esto lo podemos visualizar llevando a cabo un presupuesto mensual en donde tengamos definidos tanto nuestros ingresos, como nuestros egresos; asimismo, con la realización de un presupuesto, obtendremos nuestra capacidad de ahorro, con la cual podremos realizar inversiones sin afectar nuestros gastos fijos, lo que nos llevaría a la curiosidad de conocer instrumentos financieros con los que podamos ampararnos ante situaciones externas, tal como sucedió este año. Y de igual manera, revisar con detenimiento nuestro estado de cuenta para saber en qué gastamos y en qué podemos dejar de gastar para ahorrar un poco más de recursos, no solamente gastar por gastar y esperar cada quincena para pagar lo ya debido, y menos en una situación tan compleja como la vivida en este año.

En el segundo punto, en la responsabilidad del dinero, tuvimos que haber aprendido a cerciorarnos de la erogación de nuestros gastos, a aprender a gastar, a adquirir un bien o servicio no por deseo, sino por necesidad. Aunado a ello, con la adquisición de un producto, de ahora en adelante tendremos que buscar el valor agregado que nos puede llegar a brindar, no solamente con el fin de obtener mayor estética o status, sino con la obtención de una mayor utilidad y duración del producto.

Por último, en la diversificación, este año nos enseñó que el depender de un solo ingreso es extremadamente riesgoso ante la incertidumbre de una posible pérdida, por lo que, así como tenemos distintos gastos dentro de un presupuesto, tendremos que buscar una mayor diversificación de ingresos, ya sea el emprendimiento de un negocio, la adquisición de productos financieros, un hobby que podamos monetizar, etc.; mientras que en nuestros ahorros, también debemos aplicar la misma diversificación, ya sea un ahorro para emergencias, uno para el retiro, otro para los deseos y otro para inversión. En tanto, si hablamos de emprendimiento, este año también nos ha dejado claro lo complicado que puede llegar a ser el comenzar y mantener un negocio, por lo que, si se decide a emprender uno, este debe ir acompañado de un estudio de mercado y análisis financiero para así, reducir los posibles riesgos que pudieran ocasionar factores externos.

Es así, como este año que está por concluir, ha hecho que enfrentemos la adversidad en muchos aspectos, donde la luz al final del túnel tiene forma de vacuna; sin embargo, todavía persiste la incertidumbre de mayores contagios y decesos en lo que el plan de vacunación se llega a implementar en su totalidad, el cual podría llegar a tardar hasta tres años; así como un nuevo confinamiento como se ha estado presentando nuevamente en algunas entidades del país. En tanto, estos últimos días realicemos una introspectiva a nuestras decisiones financieras, para cuando sea momento de volver a encontrarnos, estemos más preparados y tranquilos. Gracias por su tiempo, cuídese mucho.

Regeneración 19

Este 2020 se acaba, y con él, se quedan algunas reflexiones en cuanto a nuestras decisiones financieras que hemos llevado a cabo a lo largo de este año complicado.

Estamos por concluir un año que por más pesimista que llegáramos a haber sido, no se podía haber pronosticado; donde hemos presenciado acontecimientos impresionantes e inclusive que jamás hubiéramos pensado observar, desde el dólar estadounidense rozando los 26 pesos mexicanos, el precio del barril de petróleo estadounidense y mexicano a precios históricamente negativos, altas tasas de desempleo, máximos históricos en las bolsas de valores de Estados Unidos; y todo ello con un denominador en común: un virus.

Y es que, si hace poco más de un año, cuando se detectó el primer caso de coronavirus en China, alguien habría pensado lo que ocasionaría a lo largo y ancho del mundo, no lo habríamos imaginado; y es así como no hubo persona que no mostrara afectaciones debido a ello, ya sea para bien o para mal, en mayor o en menor medida.

Asimismo, debemos tener en mente que a pesar de lo adverso que fue este año en el ámbito económico debido a los recortes de personal y salarial, los cierres de establecimientos y disminuciones a la producción; a su vez, nos enseñó ciertas cosas positivas que podemos aplicar en el año venidero y los subsecuentes. Por ejemplo, la curiosidad acerca de nuestro dinero, el actuar responsablemente y la diversificación.

En el caso de la curiosidad, este año nos demostró que tenemos que hacer énfasis en lo que poseemos para gastar o dejar de gastar para reducir nuestros egresos, esto lo podemos visualizar llevando a cabo un presupuesto mensual en donde tengamos definidos tanto nuestros ingresos, como nuestros egresos; asimismo, con la realización de un presupuesto, obtendremos nuestra capacidad de ahorro, con la cual podremos realizar inversiones sin afectar nuestros gastos fijos, lo que nos llevaría a la curiosidad de conocer instrumentos financieros con los que podamos ampararnos ante situaciones externas, tal como sucedió este año. Y de igual manera, revisar con detenimiento nuestro estado de cuenta para saber en qué gastamos y en qué podemos dejar de gastar para ahorrar un poco más de recursos, no solamente gastar por gastar y esperar cada quincena para pagar lo ya debido, y menos en una situación tan compleja como la vivida en este año.

En el segundo punto, en la responsabilidad del dinero, tuvimos que haber aprendido a cerciorarnos de la erogación de nuestros gastos, a aprender a gastar, a adquirir un bien o servicio no por deseo, sino por necesidad. Aunado a ello, con la adquisición de un producto, de ahora en adelante tendremos que buscar el valor agregado que nos puede llegar a brindar, no solamente con el fin de obtener mayor estética o status, sino con la obtención de una mayor utilidad y duración del producto.

Por último, en la diversificación, este año nos enseñó que el depender de un solo ingreso es extremadamente riesgoso ante la incertidumbre de una posible pérdida, por lo que, así como tenemos distintos gastos dentro de un presupuesto, tendremos que buscar una mayor diversificación de ingresos, ya sea el emprendimiento de un negocio, la adquisición de productos financieros, un hobby que podamos monetizar, etc.; mientras que en nuestros ahorros, también debemos aplicar la misma diversificación, ya sea un ahorro para emergencias, uno para el retiro, otro para los deseos y otro para inversión. En tanto, si hablamos de emprendimiento, este año también nos ha dejado claro lo complicado que puede llegar a ser el comenzar y mantener un negocio, por lo que, si se decide a emprender uno, este debe ir acompañado de un estudio de mercado y análisis financiero para así, reducir los posibles riesgos que pudieran ocasionar factores externos.

Es así, como este año que está por concluir, ha hecho que enfrentemos la adversidad en muchos aspectos, donde la luz al final del túnel tiene forma de vacuna; sin embargo, todavía persiste la incertidumbre de mayores contagios y decesos en lo que el plan de vacunación se llega a implementar en su totalidad, el cual podría llegar a tardar hasta tres años; así como un nuevo confinamiento como se ha estado presentando nuevamente en algunas entidades del país. En tanto, estos últimos días realicemos una introspectiva a nuestras decisiones financieras, para cuando sea momento de volver a encontrarnos, estemos más preparados y tranquilos. Gracias por su tiempo, cuídese mucho.

Regeneración 19