/ martes 1 de diciembre de 2020

Economía para todos | Una reforma delicada, pero necesaria

Durante las últimas semanas, se han presentado desde la iniciativa de reforma a la subcontratación —u outsourcing— hasta la apertura de mesas de discusión entre los sectores público y privado con el objetivo de que no siga permaneciendo el abuso en contra de los trabajadores.

Una de las principales causas de la desigualdad que aquejan en nuestro país es la precarización laboral, la cual está caracterizada por una serie de inestabilidades y vulneraciones a los derechos de los trabajadores que van desde bajos salarios, una excesiva cantidad de horas laborales —incluso sin remuneración alguna—, inequidad salarial, ambientes laborales poco favorables a nuestra salud, incertidumbre en la contratación hasta la negativa de contar con seguridad social.

Es así como estos últimos días, han estado en constante discusión entre líderes de los consejos empresariales y el sector público, para alcanzar de la mejor manera un punto óptimo entre la permanencia de esta modalidad laboral sin mermar los trabajos de los mexicanos.

Y es que, durante años, desde la apertura de la economía mexicana al extranjero en los años ochenta, se ha venido practicando con mayor frecuencia la subcontratación de empleos por parte de las empresas —también denominada outsourcing o tercerización del empleo— con el objetivo de reducir los gastos generales, aumentar sus márgenes de utilidad y productividad, así como centrarse en los puntos clave de su actividad económica; todo ello con la parte negativa que esta modalidad de contratación se volvió un mecanismo de estrategia fiscal, así como la evasiva del pago de las prestaciones laborales que otorga la ley a todos los trabajadores, que, por desconocimiento, intimidación por parte del patrón o la urgencia de obtener un empleo, acceden a laborar bajo estas condiciones tal vez legales pero injustas.

Por su parte, en esta modalidad laboral existe una relación tripartita, donde se ven envueltos el beneficiario del servicio, el patrón y el trabajador; donde la empresa contratada tiene el objetivo de reclutar, seleccionar y administrar personal para otras compañías que delegan sus tareas no claves, llevando consigo la responsabilidad de la logística de su personal, sus resultados y prestaciones ante la ley.

Sin embargo, no todas las empresas o negocios de outsourcing están laborando fuera de la ley, de ahí la incertidumbre que existe en el sector empresarial debido a la dificultad que presentarían al cumplir completamente con la reforma en tan corto lapso de tiempo, llevándolos a presenciar problemas de recursos humanos, de operación o incluso tributarios. Es por eso que también existen asociaciones y consejos empresariales que están a favor de que se regule esta modalidad de trabajo, más no que desaparezca por completo.

Y es que la actividad laboral en México ya está muy regulada por las leyes vigentes; no obstante, lo que se necesita es una mayor supervisión, vigilancia y sanciones con el fin de evitar simulaciones y contrataciones dolosas que lleven a los trabajadores a la obtención de un empleo precario.

Por lo que esta iniciativa no es mala, solamente habrá que estar al tanto de lo que envuelve tal reforma hacia la subcontratación, que podría esclarecer los mecanismos con los cuales se regirán de ahora en adelante las empresas contratadas y contratantes o en el peor de los casos, en donde sea una iniciativa que busque erradicar la subcontratación por completo, incrementará aún más el desempleo originado por los estragos presenciados a lo largo de este año. Cuídese mucho.

Regeneración 19

riveravela92@gmail.com

Durante las últimas semanas, se han presentado desde la iniciativa de reforma a la subcontratación —u outsourcing— hasta la apertura de mesas de discusión entre los sectores público y privado con el objetivo de que no siga permaneciendo el abuso en contra de los trabajadores.

Una de las principales causas de la desigualdad que aquejan en nuestro país es la precarización laboral, la cual está caracterizada por una serie de inestabilidades y vulneraciones a los derechos de los trabajadores que van desde bajos salarios, una excesiva cantidad de horas laborales —incluso sin remuneración alguna—, inequidad salarial, ambientes laborales poco favorables a nuestra salud, incertidumbre en la contratación hasta la negativa de contar con seguridad social.

Es así como estos últimos días, han estado en constante discusión entre líderes de los consejos empresariales y el sector público, para alcanzar de la mejor manera un punto óptimo entre la permanencia de esta modalidad laboral sin mermar los trabajos de los mexicanos.

Y es que, durante años, desde la apertura de la economía mexicana al extranjero en los años ochenta, se ha venido practicando con mayor frecuencia la subcontratación de empleos por parte de las empresas —también denominada outsourcing o tercerización del empleo— con el objetivo de reducir los gastos generales, aumentar sus márgenes de utilidad y productividad, así como centrarse en los puntos clave de su actividad económica; todo ello con la parte negativa que esta modalidad de contratación se volvió un mecanismo de estrategia fiscal, así como la evasiva del pago de las prestaciones laborales que otorga la ley a todos los trabajadores, que, por desconocimiento, intimidación por parte del patrón o la urgencia de obtener un empleo, acceden a laborar bajo estas condiciones tal vez legales pero injustas.

Por su parte, en esta modalidad laboral existe una relación tripartita, donde se ven envueltos el beneficiario del servicio, el patrón y el trabajador; donde la empresa contratada tiene el objetivo de reclutar, seleccionar y administrar personal para otras compañías que delegan sus tareas no claves, llevando consigo la responsabilidad de la logística de su personal, sus resultados y prestaciones ante la ley.

Sin embargo, no todas las empresas o negocios de outsourcing están laborando fuera de la ley, de ahí la incertidumbre que existe en el sector empresarial debido a la dificultad que presentarían al cumplir completamente con la reforma en tan corto lapso de tiempo, llevándolos a presenciar problemas de recursos humanos, de operación o incluso tributarios. Es por eso que también existen asociaciones y consejos empresariales que están a favor de que se regule esta modalidad de trabajo, más no que desaparezca por completo.

Y es que la actividad laboral en México ya está muy regulada por las leyes vigentes; no obstante, lo que se necesita es una mayor supervisión, vigilancia y sanciones con el fin de evitar simulaciones y contrataciones dolosas que lleven a los trabajadores a la obtención de un empleo precario.

Por lo que esta iniciativa no es mala, solamente habrá que estar al tanto de lo que envuelve tal reforma hacia la subcontratación, que podría esclarecer los mecanismos con los cuales se regirán de ahora en adelante las empresas contratadas y contratantes o en el peor de los casos, en donde sea una iniciativa que busque erradicar la subcontratación por completo, incrementará aún más el desempleo originado por los estragos presenciados a lo largo de este año. Cuídese mucho.

Regeneración 19

riveravela92@gmail.com