/ martes 1 de septiembre de 2020

Economía y bienestar | El crédito y el uso del dinero en la pandemia

Tal parece que en la actualidad se tiene muy arraigada la idea de que debemos hacer todo por dinero, este pensamiento encierra una trampa que puede resultar muy peligrosa, si se considera que el dinero no es otra cosa más que un instrumento que permite hacer varias operaciones como medir valores, intercambiar mercancías, e inclusive si el dinero está representado en una moneda cuya elaboración es con un metal precioso como el oro o la plata, hasta nos permite atesorarlo.

Pero a fin de cuentas el dinero no deja de ser más que una herramienta que permite hacer operaciones básicas en la economía, por lo que este debe ser un medio y no un fin en nuestra vida, y en la actualidad se ha confundido el medio como un fin, de ahí la perspectiva errónea que se ha presentado en un núcleo importante de la población.

El dinero como un instrumento, de acuerdo como lo planteó el economista y filósofo alemán Max Weber en uno de sus ensayos más importantes publicado a principios del siglo pasado intitulado La Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo, en él se abordan ideas sobre el dinero y la actitud que asumimos al usar este instrumento, Weber hace planteamientos interesantes, por ejemplo cuando afirma que el tiempo es dinero, y hace alusión al balance entre los ingresos y gastos de las personas, así como a la forma en que cada individuo usa su tiempo, considerando la necesaria parsimonia con la que debemos conducirnos; asimismo considera que el crédito es dinero y por tanto el dinero es fecundo y provechoso, por tanto, un buen pagador es amo de la bolsa de quien sea. Interesante planteamiento que tiene del crédito, ya que es la utilización del dinero ajeno debido al potencial de este cuando se transforma en capital, es decir cuando a través de un proyecto de inversión, el dinero tiene la capacidad de generar más dinero, de aquí su uso como un instrumento potenciador de valores en una economía como la nuestra.

El mismo Weber planteó, que el deudor no debe olvidarse de la deuda contraída, procurando siempre mostrarse como un varón diligente y honorable, por ello, desde la perspectiva cultural, el reconocimiento del crédito como el uso del dinero que no es nuestro, implica un compromiso que pone a prueba nuestro carácter de responder de una manera adecuada ante los compromisos contraídos.

Ante las ideas expuestas es necesario verificar la consistencia de los intermediarios financieros, principalmente los bancos y la capacidad de estos en transformar el dinero en inversión, es decir, captar el dinero de los ahorradores a quienes les paga una tasa de interés pasiva, asimismo el intermediario, pone a disposición de los inversionistas el dinero que captó con anterioridad, cobrándoles una tasa de interés activa; el diferencial entre la tasa de interés activa y la pasiva se le denomina margen financiero, a través del cual el banco, cubre sus costos de operación y obtiene su margen de utilidad.

Hasta este punto se puede afirmar que el crédito es un instrumento importante para que la economía potencie sus posibilidades de producción, ya que este se transforma en procesos productivos; lamentablemente no del todo sucede así en México, que ante la caída del empleo, derivado de la crisis sanitaria que se vive producto de la pandemia, y donde un porcentaje alto de la población por tradición ha utilizado el crédito para financiar el consumo de bienes y servicios no para aplicarlos en procesos productivos, ya que en nuestro país el crédito se ha utilizado como dinero no como capital, nos lleva a ponernos en la antesala de una crisis debido a una posible moratoria, debido a la pérdida del empleo que se ha registrado en los últimos meses y al uso del crédito para el consumo de bienes, implica que se tenga que pagar después, por ello es necesario ser mesurados o estaremos próximos a una crisis por moratoria, que sin duda agravará aún más la ya de por sí frágil economía mexicana, por eso es necesario pensar mejor lo que hacemos con el dinero.

Regeneración 19

Tal parece que en la actualidad se tiene muy arraigada la idea de que debemos hacer todo por dinero, este pensamiento encierra una trampa que puede resultar muy peligrosa, si se considera que el dinero no es otra cosa más que un instrumento que permite hacer varias operaciones como medir valores, intercambiar mercancías, e inclusive si el dinero está representado en una moneda cuya elaboración es con un metal precioso como el oro o la plata, hasta nos permite atesorarlo.

Pero a fin de cuentas el dinero no deja de ser más que una herramienta que permite hacer operaciones básicas en la economía, por lo que este debe ser un medio y no un fin en nuestra vida, y en la actualidad se ha confundido el medio como un fin, de ahí la perspectiva errónea que se ha presentado en un núcleo importante de la población.

El dinero como un instrumento, de acuerdo como lo planteó el economista y filósofo alemán Max Weber en uno de sus ensayos más importantes publicado a principios del siglo pasado intitulado La Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo, en él se abordan ideas sobre el dinero y la actitud que asumimos al usar este instrumento, Weber hace planteamientos interesantes, por ejemplo cuando afirma que el tiempo es dinero, y hace alusión al balance entre los ingresos y gastos de las personas, así como a la forma en que cada individuo usa su tiempo, considerando la necesaria parsimonia con la que debemos conducirnos; asimismo considera que el crédito es dinero y por tanto el dinero es fecundo y provechoso, por tanto, un buen pagador es amo de la bolsa de quien sea. Interesante planteamiento que tiene del crédito, ya que es la utilización del dinero ajeno debido al potencial de este cuando se transforma en capital, es decir cuando a través de un proyecto de inversión, el dinero tiene la capacidad de generar más dinero, de aquí su uso como un instrumento potenciador de valores en una economía como la nuestra.

El mismo Weber planteó, que el deudor no debe olvidarse de la deuda contraída, procurando siempre mostrarse como un varón diligente y honorable, por ello, desde la perspectiva cultural, el reconocimiento del crédito como el uso del dinero que no es nuestro, implica un compromiso que pone a prueba nuestro carácter de responder de una manera adecuada ante los compromisos contraídos.

Ante las ideas expuestas es necesario verificar la consistencia de los intermediarios financieros, principalmente los bancos y la capacidad de estos en transformar el dinero en inversión, es decir, captar el dinero de los ahorradores a quienes les paga una tasa de interés pasiva, asimismo el intermediario, pone a disposición de los inversionistas el dinero que captó con anterioridad, cobrándoles una tasa de interés activa; el diferencial entre la tasa de interés activa y la pasiva se le denomina margen financiero, a través del cual el banco, cubre sus costos de operación y obtiene su margen de utilidad.

Hasta este punto se puede afirmar que el crédito es un instrumento importante para que la economía potencie sus posibilidades de producción, ya que este se transforma en procesos productivos; lamentablemente no del todo sucede así en México, que ante la caída del empleo, derivado de la crisis sanitaria que se vive producto de la pandemia, y donde un porcentaje alto de la población por tradición ha utilizado el crédito para financiar el consumo de bienes y servicios no para aplicarlos en procesos productivos, ya que en nuestro país el crédito se ha utilizado como dinero no como capital, nos lleva a ponernos en la antesala de una crisis debido a una posible moratoria, debido a la pérdida del empleo que se ha registrado en los últimos meses y al uso del crédito para el consumo de bienes, implica que se tenga que pagar después, por ello es necesario ser mesurados o estaremos próximos a una crisis por moratoria, que sin duda agravará aún más la ya de por sí frágil economía mexicana, por eso es necesario pensar mejor lo que hacemos con el dinero.

Regeneración 19