/ martes 25 de mayo de 2021

Economía y bienestar | Entre la inflación y el desempleo

Las repercusiones sociales de dos de los principales problemas que surgen en la economía de cualquier país son más que evidentes: pobreza, desigualdad, marginación y discriminación e inclusive hay investigaciones que indican que la violencia y la desintegración familiar son otros fenómenos que se registran a partir de cómo se comportan algunos indicadores económicos.

Lo anterior pone en el centro de la atención no sólo de estudiosos e investigadores, sino de la gran mayoría de los países y organismos internacionales para su respectivo análisis y atención de los dos principales fenómenos económicos, como son: la inflación y el desempleo.

Tal parece que cuando se analiza la curva de W. Phillips desde la perspectiva macroeconómica, que indica a partir de una curva empírica de pendiente negativa la relación existente entre la tasa de inflación y de desempleo, en la que tal parece que cada intervención del gobierno por tratar de limitar el nivel de inflación invariablemente tendrá una repercusión negativa en el empleo, situación que se presenta a la inversa entre la búsqueda de una reducción del nivel de desempleo, se estaría generando un incremento en el nivel de inflación; por lo anterior, los organismos públicos encargados de implementar tanto las políticas de control de la inflación como aquellas que se dedican al fomento del empleo, deben tener una coordinación y vinculación muy estrecha, ya que la política monetaria como la económica son herramientas medulares con que cuentan los gobiernos que tratan de incidir en la economía con repercusiones a nivel social.

Esta relación entre la inflación y el desempleo como dos de los principales problemas de tipo económico que afectan severamente a la sociedad han sido estudiadas desde finales de los años 50´s del siglo pasado, tanto por W. Phillips, y años más tarde por P. Samuelson y por R. Solow quienes coincidien en la relación que existe entre la inflación y el desempleo, de tal forma que cuando más alto es el desempleo la inflación tiende a ser menor y viceversa.

En el caso de la historia de la economía mexicana, los registros sobre la inflación son muy ilustrativos y hasta dramáticos cuando se recuerdan sexenios donde la inflación llegó a ser de tres dígitos, por ejemplo con el presidente Miguel de la Madrid se llegó a registrar un 159 por ciento de inflación en el año de 1987, de ahí la preocupación de mantener una política de control y hasta de reducción de los índices de inflación como una constante por parte del gobierno federal; por ello, en abril de 1994 entró en vigor la reforma al Artículo 28 de la Constitución Política de México con el objetivo de brindarle autonomía al Banco de México, con el propósito claro de mantener el poder adquisitivo de la moneda nacional, a través del diseño e implementación de la política monetaria; es así como habría que cuestionarnos siguiendo las investigaciones del economista W. Phillips, sí el control de la inflación puede lograrse mediante la implementación de una política monetaria restrictiva, a fin de tener un control de la masa monetaria y con ello de la inflación, considerando que tales medidas pueden desalentar a su vez la inversión y con ello la generación de empleos; situación que genera otros problemas ante el aumento de la oferta de trabajo derivado del bono demográfico.

Por otra parte, respecto a la inflación, el INEGI da a conocer en la primera quincena del mes de mayo del año en curso, que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), registró una inflación de (-) 0.01 por ciento respecto a la quincena inmediata anterior, con ello se tiene una inflación anualizada para fin de año del 5.80 por ciento. El dato anterior se encuentra por arriba de las estimaciones que se tenían previstas para este año que rondaban alrededor del 4 por ciento anual. Por lo tanto, si se analizan los efectos del incremento de la inflación y su relación negativa con el nivel de empleo, se esperaría que el nivel de empleo fuera mayor, sin embargo hoy por hoy se requiere además de mayor empleo, que éste garantice mejoras en la calidad de vida de la población, ya que la característica del empleo en México es que en su mayoría lamentablemente tiende a precarizar las condiciones de vida de los trabajadores.

Regeneración 19

Las repercusiones sociales de dos de los principales problemas que surgen en la economía de cualquier país son más que evidentes: pobreza, desigualdad, marginación y discriminación e inclusive hay investigaciones que indican que la violencia y la desintegración familiar son otros fenómenos que se registran a partir de cómo se comportan algunos indicadores económicos.

Lo anterior pone en el centro de la atención no sólo de estudiosos e investigadores, sino de la gran mayoría de los países y organismos internacionales para su respectivo análisis y atención de los dos principales fenómenos económicos, como son: la inflación y el desempleo.

Tal parece que cuando se analiza la curva de W. Phillips desde la perspectiva macroeconómica, que indica a partir de una curva empírica de pendiente negativa la relación existente entre la tasa de inflación y de desempleo, en la que tal parece que cada intervención del gobierno por tratar de limitar el nivel de inflación invariablemente tendrá una repercusión negativa en el empleo, situación que se presenta a la inversa entre la búsqueda de una reducción del nivel de desempleo, se estaría generando un incremento en el nivel de inflación; por lo anterior, los organismos públicos encargados de implementar tanto las políticas de control de la inflación como aquellas que se dedican al fomento del empleo, deben tener una coordinación y vinculación muy estrecha, ya que la política monetaria como la económica son herramientas medulares con que cuentan los gobiernos que tratan de incidir en la economía con repercusiones a nivel social.

Esta relación entre la inflación y el desempleo como dos de los principales problemas de tipo económico que afectan severamente a la sociedad han sido estudiadas desde finales de los años 50´s del siglo pasado, tanto por W. Phillips, y años más tarde por P. Samuelson y por R. Solow quienes coincidien en la relación que existe entre la inflación y el desempleo, de tal forma que cuando más alto es el desempleo la inflación tiende a ser menor y viceversa.

En el caso de la historia de la economía mexicana, los registros sobre la inflación son muy ilustrativos y hasta dramáticos cuando se recuerdan sexenios donde la inflación llegó a ser de tres dígitos, por ejemplo con el presidente Miguel de la Madrid se llegó a registrar un 159 por ciento de inflación en el año de 1987, de ahí la preocupación de mantener una política de control y hasta de reducción de los índices de inflación como una constante por parte del gobierno federal; por ello, en abril de 1994 entró en vigor la reforma al Artículo 28 de la Constitución Política de México con el objetivo de brindarle autonomía al Banco de México, con el propósito claro de mantener el poder adquisitivo de la moneda nacional, a través del diseño e implementación de la política monetaria; es así como habría que cuestionarnos siguiendo las investigaciones del economista W. Phillips, sí el control de la inflación puede lograrse mediante la implementación de una política monetaria restrictiva, a fin de tener un control de la masa monetaria y con ello de la inflación, considerando que tales medidas pueden desalentar a su vez la inversión y con ello la generación de empleos; situación que genera otros problemas ante el aumento de la oferta de trabajo derivado del bono demográfico.

Por otra parte, respecto a la inflación, el INEGI da a conocer en la primera quincena del mes de mayo del año en curso, que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), registró una inflación de (-) 0.01 por ciento respecto a la quincena inmediata anterior, con ello se tiene una inflación anualizada para fin de año del 5.80 por ciento. El dato anterior se encuentra por arriba de las estimaciones que se tenían previstas para este año que rondaban alrededor del 4 por ciento anual. Por lo tanto, si se analizan los efectos del incremento de la inflación y su relación negativa con el nivel de empleo, se esperaría que el nivel de empleo fuera mayor, sin embargo hoy por hoy se requiere además de mayor empleo, que éste garantice mejoras en la calidad de vida de la población, ya que la característica del empleo en México es que en su mayoría lamentablemente tiende a precarizar las condiciones de vida de los trabajadores.

Regeneración 19