/ martes 29 de diciembre de 2020

Economía y bienestar | Los claroscuros del 2020 y el año que está por venir

Ahora que está por terminar el año 2020 que ha sido sumamente complejo desde diferentes ámbitos que queramos verlo, hacer el recuento resultaría insuficiente ante tantos eventos vividos. A inicios de año solo se escuchaba de los efectos de la pandemia en lugares lejanos, y nunca se pensó que esta fuera a ser tan depredadora de la salud de los mexicanos dada las condiciones tan deterioradas del sistema de salud institucional de nuestro país, donde gran parte de los ciudadanos carecen de afiliación y la gran mayoría se encuentra completamente desprotegido. Cuando comenzaron las acciones públicas a partir del mes de marzo, se pensó que la cuarentena solo sería de algunos días, la verdad es que llevamos más de nueve meses en condiciones excepcionales, y la aplicación de una vacuna de manera escalonada, abre la esperanza a poner una nueva modalidad a las condiciones de interacción social; por otro lado, los efectos que se dejaron sentir derivado de las condiciones de salud pública, en materia económica, ha generado que la caída de la actividad económica se asemeje a la gran crisis de recesión de la economía mundial de 1929-1933, algunos analistas estiman que este año el PIB de nuestro país puede registrar una caída por arriba del 9 por ciento, lo cual implica una pérdida de más de un millón de empleos formales, con sus debidas consecuencias, entre las que hay que destacar un deterioro de las condiciones de vida de la población que ha perdido sus fuentes de ingresos, es decir, que un número considerable de personas engloben las cifras de pobreza, derivado de la precarización del trabajo así como la pérdida del mismo.

Por lo anterior, entre la pandemia, la caída de la actividad económica, la pérdida y la precarización del empleo, han sido solo algunos de los factores que han acompañado buena parte del año que está por terminar, además de los efectos emocionales de la población, misma que rara vez se toma en cuenta para el diseño de acciones gubernamentales.

Sin embargo de los obscuros escenarios de las condiciones que han prevalecido en el transcurso del año, hay que mencionar algunos elementos importantes que generan esperanza para salir a flote, entre los que hay que destacar, figura el ámbito de la ciudadanización, ya que las condiciones vividas nos han hecho reflexionar sobre cuál es nuestro compromiso como sujetos con libre albedrio para generar confianza hacia los demás y con ello modificar nuestras acciones cotidianas, hoy debemos ser más respetuosos y comprometidos con el consumo y sus efectos con el medio ambiente, ya que anteriormente se pensó que el hombre estaba predestinado a imponerse sobre la naturaleza con la consigna de construir las mejores condiciones de desarrollo económico y social, hoy vemos que no es así, que somos parte de la naturaleza y por tanto todas nuestras acciones tendrán una repercusión en su delicado equilibrio, por ello este año nos deja muchas enseñanzas sobre nuestro compromiso con el consumo y la producción; otro de los elementos a considerar en el presente año que está por concluir, es que en plena crisis económica ha habido una cifra alentadora en materia de recaudación fiscal, tanto los grandes como los pequeños contribuyentes han asumido el compromiso derivado de las acciones gubernamentales a fin de pagar sus impuestos, lo anterior ha generado que hoy el gobierno se encuentre en una posición más sólida para la conducción de la pandemia así como el fortalecimiento de los programas sociales y el apoyo a los ciudadanos que han resultado afectados por algún otro evento.

Además de lo anterior, el gobierno federal ha implementado una política que ha tendido a fortalecer el mercado interno a través de implementar acciones de fomento a la recuperación del poder adquisitivo, es decir, en el presente año, el incremento autorizado en materia de salarios mínimos estuvo muy por arriba de la inflación y se espera que el próximo año el incremento salarial este por el mismo nivel; en otro orden de ideas, organismos internacionales como la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) estima que el crecimiento del PIB para el próximo año será del orden del 3.6%, algunos otros organismos creen que será mayor. Por lo anterior ante este año tan atípico que está por concluir, con estos claroscuros, esperemos que el próximo año sea mejor para todos, tanto en materia económica como social, donde nuestra condición humana nos haga reflexionar sobre lo importante que es la conservación de la vida tanto nuestra como de los demás, por ello les deseo lo mejor para el año 2021 y que este nos traiga la ilusión y la esperanza de la felicidad, el amor, la paz y la armonía entre todos los seres humanos que habitamos este espacio-tiempo.

Regeneración 19

Ahora que está por terminar el año 2020 que ha sido sumamente complejo desde diferentes ámbitos que queramos verlo, hacer el recuento resultaría insuficiente ante tantos eventos vividos. A inicios de año solo se escuchaba de los efectos de la pandemia en lugares lejanos, y nunca se pensó que esta fuera a ser tan depredadora de la salud de los mexicanos dada las condiciones tan deterioradas del sistema de salud institucional de nuestro país, donde gran parte de los ciudadanos carecen de afiliación y la gran mayoría se encuentra completamente desprotegido. Cuando comenzaron las acciones públicas a partir del mes de marzo, se pensó que la cuarentena solo sería de algunos días, la verdad es que llevamos más de nueve meses en condiciones excepcionales, y la aplicación de una vacuna de manera escalonada, abre la esperanza a poner una nueva modalidad a las condiciones de interacción social; por otro lado, los efectos que se dejaron sentir derivado de las condiciones de salud pública, en materia económica, ha generado que la caída de la actividad económica se asemeje a la gran crisis de recesión de la economía mundial de 1929-1933, algunos analistas estiman que este año el PIB de nuestro país puede registrar una caída por arriba del 9 por ciento, lo cual implica una pérdida de más de un millón de empleos formales, con sus debidas consecuencias, entre las que hay que destacar un deterioro de las condiciones de vida de la población que ha perdido sus fuentes de ingresos, es decir, que un número considerable de personas engloben las cifras de pobreza, derivado de la precarización del trabajo así como la pérdida del mismo.

Por lo anterior, entre la pandemia, la caída de la actividad económica, la pérdida y la precarización del empleo, han sido solo algunos de los factores que han acompañado buena parte del año que está por terminar, además de los efectos emocionales de la población, misma que rara vez se toma en cuenta para el diseño de acciones gubernamentales.

Sin embargo de los obscuros escenarios de las condiciones que han prevalecido en el transcurso del año, hay que mencionar algunos elementos importantes que generan esperanza para salir a flote, entre los que hay que destacar, figura el ámbito de la ciudadanización, ya que las condiciones vividas nos han hecho reflexionar sobre cuál es nuestro compromiso como sujetos con libre albedrio para generar confianza hacia los demás y con ello modificar nuestras acciones cotidianas, hoy debemos ser más respetuosos y comprometidos con el consumo y sus efectos con el medio ambiente, ya que anteriormente se pensó que el hombre estaba predestinado a imponerse sobre la naturaleza con la consigna de construir las mejores condiciones de desarrollo económico y social, hoy vemos que no es así, que somos parte de la naturaleza y por tanto todas nuestras acciones tendrán una repercusión en su delicado equilibrio, por ello este año nos deja muchas enseñanzas sobre nuestro compromiso con el consumo y la producción; otro de los elementos a considerar en el presente año que está por concluir, es que en plena crisis económica ha habido una cifra alentadora en materia de recaudación fiscal, tanto los grandes como los pequeños contribuyentes han asumido el compromiso derivado de las acciones gubernamentales a fin de pagar sus impuestos, lo anterior ha generado que hoy el gobierno se encuentre en una posición más sólida para la conducción de la pandemia así como el fortalecimiento de los programas sociales y el apoyo a los ciudadanos que han resultado afectados por algún otro evento.

Además de lo anterior, el gobierno federal ha implementado una política que ha tendido a fortalecer el mercado interno a través de implementar acciones de fomento a la recuperación del poder adquisitivo, es decir, en el presente año, el incremento autorizado en materia de salarios mínimos estuvo muy por arriba de la inflación y se espera que el próximo año el incremento salarial este por el mismo nivel; en otro orden de ideas, organismos internacionales como la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) estima que el crecimiento del PIB para el próximo año será del orden del 3.6%, algunos otros organismos creen que será mayor. Por lo anterior ante este año tan atípico que está por concluir, con estos claroscuros, esperemos que el próximo año sea mejor para todos, tanto en materia económica como social, donde nuestra condición humana nos haga reflexionar sobre lo importante que es la conservación de la vida tanto nuestra como de los demás, por ello les deseo lo mejor para el año 2021 y que este nos traiga la ilusión y la esperanza de la felicidad, el amor, la paz y la armonía entre todos los seres humanos que habitamos este espacio-tiempo.

Regeneración 19