/ domingo 8 de marzo de 2020

El criterio de verdad

En la historia de la Filosofía, la búsqueda de la verdad ha estado asociada más que a la posesión de una gran afirmación, al descubrimiento de un método de investigación.

Con la generalización de la especialización de las ciencias, la búsqueda de la verdad en la Filosofía de Inglaterra, que siempre se había mostrado refractaria de las corrientes de pensamiento de cuño metafísico, quedando confinada, al estudio de la vinculación estructural del lenguaje con el mundo.

Desde el enfoque de la filosofía analítica (Russell, Wittgenstein) y Neopositivista del Círculo de Viena (Schlick, Carnap, Goddel), la verdad o falsedad no descansa en los hechos, sino en el significado de las proposiciones que construimos para referirnos a ellos.

Sin embargo, Wittgenstein dio un paso más allá, e intentó explicar la composición de la verdad, al descomponer las proposiciones en conceptos elementales, que constituyen los tabiques de la realidad.

Si la verdad es la correspondencia o coherencia de lo afirmado con un hecho de la experiencia, hablar de verdades absolutas, carece de sentido, porque la experiencia de lo absoluto, queda más allá del campo de la sensibilidad humana, no existiendo una realidad a la que ataña tal hecho.

Pero contrario a los filósofos analíticos y neopositivistas, los filósofos idealistas de la filosofía alemana, mantenían la convicción, de que ya fuera por la intuición, o por la razón, se podía acceder a la realidad de la verdad absoluta.

Con el mayor de los respetos, solo reservaban el uso de esta categoría, a la verdad más alta o primera causa, nunca para referirse a cuestiones triviales o secundarias, esto porque las proposiciones del idealismo de tipo monista, no solo poseen consecuencias lógicas, sino también ontológicas, es decir, afirman como es en sí el Universo, no solo lo describen paralelamente a él.

Por ejemplo, Hegel creyó dar con la verdad absoluta, bajo la forma de un proceso infinito de autodeterminación y de autoconciencia en lo absoluto (Universo), lo que le lleva afirmar "Lo Verdadero es el Todo!", conclusión que es consecuencia de reducir toda la experiencia a las operaciones de la conciencia.

A finales del siglo XIX y bajo la influencia del pragmatismo de J. S. Peirce, William James, sostenía que la verdad vive "en gran medida apoyada en un sistema de crédito".

Actualmente, existe un sistema de inferencias lógicas establecido, que nos permite formular proposiciones objetivas del mundo, pero tal vez mañana exista otro, que no necesariamente niegue el presente sino que lo profundice y complemente, como fue el paso de la física newtoniana a la de Einstein.

Ciertamente el campo de las definiciones de lo que es la verdad, sigue siendo un terreno en constante evolución, mas no es incierto, a medida que nuestro conocimiento del mundo progresa, los paradigmas bajo los cuales lo entendemos van cambiando.

Esto no significa que la verdad sea relativa, si por tal entendemos que queda sujeta al capricho personal o de una valoración subjetiva.

Las proposiciones que afirman o niegan un hecho, son falsas o verdaderas dentro de su marco de referencia, y solamente son relativas, porque al tener el conocimiento como fin, el conocimiento total de las cosas del mundo, en relación con tal fin, cualquier conocimiento parcial de la realidad es relativo, no por su verdad o falsedad, si no en tanto es, solo un momento antes de alcanzar el conocimiento absoluto, Bradley dixit.

Es Imposible dar una definición de definitiva de lo que es Verdad científicamente, porque en la actualidad, los programas de investigación científica difieren en atención al campo de estudio, no es como la gente tiende a creer de la ciencia, como un sistema igual para todos los campos de conocimiento, el criterio científico para definir la verdad de una primera especulación es una relación dinámica dentro de un marco definido entre antecedente y consecuente, sin negar, el hecho de que a veces el uso de la intuición, incluso hasta el sentimiento, pueden ser correctos.

sotelo27@me.com

Si la verdad es la correspondencia o coherencia de lo afirmado con un hecho de la experiencia, hablar de verdades absolutas, carece de sentido