/ miércoles 12 de abril de 2023

Gobernanza y sostenibilidad | La irrupción de la IA y su impacto en la sociedad: retos y oportunidades

La avasallante irrupción de la inteligencia artificial (IA) en la historia actual marca el inicio de una época de cambios y convulsiones sociales sin precedentes. Nuestros días estarán registrados en la historia como el momento en el que se reescribió el futuro de la humanidad. Lo abrupto de la disrupción de la IA deriva en serias consecuencias: quienes no ingresen a la dinámica de los cambios generados por la IA serán analfabetos funcionales sin importar su grado académico, puesto e incluso, su capacidad intelectual.

Estos cambios, además plantean cuestionamientos cruciales: ¿qué pasará con las personas en situaciones de marginación que no tienen acceso a los servicios básicos y –menos– a la tecnología? ¿Cómo podrán lidiar con la irrupción de la IA? Y, sobre todo, ¿qué deben hacer los gobiernos para incluirlos?

La IA está transformando la educación, el trabajo, los negocios y en esencia, todas las relaciones sociales. En el ámbito educativo por ejemplo, la IA puede permitir la personalización del aprendizaje, adaptándolo a las necesidades y características individuales de cada estudiante. Asimismo, puede ayudar a los docentes en tareas como la corrección de exámenes y la identificación de patrones de aprendizaje para maximixar el potencial de los estudiantes en distintos niveles. Los costos de los sistemas educativos pudieran reformularse seriamente. En el mundo empresarial, la IA puede ser una herramienta valiosa para optimizar procesos y mejorar la eficiencia de las empresas o el disruptor que reconfigura completamente el funcionamiento de las organizaciones.

Al respecto, no podemos soslayar que también existen múltiples preocupaciones sobre las implicaciones de la IA en las relaciones sociales; por ejemplo, la tendencia apunta a que la automatización y la robotización del trabajo puedan generar desempleo y desigualdades económicas y sociales. La polarización pudiera exacervarse a niveles catastróficos. Además, se plantea la preocupación ética sobre el uso de la IA, la privacidad de los datos, el abuso de grupos de poder y las consecuentes reacciones sociales.

En este orden de preocupaciones, es urgente atender la inclusión de las personas en situaciones de pobreza y pobreza extrema al tren de la IA; es importante que los gobiernos trabajen en la implementación de políticas públicas que promuevan la inclusión digital y el acceso a la tecnología y a la educación bajo la perspectiva de la Gobernanza. Es fundamental que se incentive la alfabetización digital y se brinden oportunidades de formación en habilidades tecnológicas para que estas personas no se queden atrás en la carrera tecnológica, que eventualmente será la carrera del desarrollo.

La IA ya no es el futuro, es el presente que está reescribiendo el futuro de las personas a nivel colectivo y personal. Es vital considerar los efectos que puede tener en nuestra sociedad y trabajar en políticas y estrategias para maximizar sus beneficios y minimizar sus riesgos. La inclusión y la educación digital son clave para asegurar que todos los miembros de nuestra sociedad puedan aprovechar al máximo esta nueva era tecnológica. La IA puede ser un catalizador para la vida democrática de las naciones o para la ingobernabilidad. La moneda está en el aire.

La avasallante irrupción de la inteligencia artificial (IA) en la historia actual marca el inicio de una época de cambios y convulsiones sociales sin precedentes. Nuestros días estarán registrados en la historia como el momento en el que se reescribió el futuro de la humanidad. Lo abrupto de la disrupción de la IA deriva en serias consecuencias: quienes no ingresen a la dinámica de los cambios generados por la IA serán analfabetos funcionales sin importar su grado académico, puesto e incluso, su capacidad intelectual.

Estos cambios, además plantean cuestionamientos cruciales: ¿qué pasará con las personas en situaciones de marginación que no tienen acceso a los servicios básicos y –menos– a la tecnología? ¿Cómo podrán lidiar con la irrupción de la IA? Y, sobre todo, ¿qué deben hacer los gobiernos para incluirlos?

La IA está transformando la educación, el trabajo, los negocios y en esencia, todas las relaciones sociales. En el ámbito educativo por ejemplo, la IA puede permitir la personalización del aprendizaje, adaptándolo a las necesidades y características individuales de cada estudiante. Asimismo, puede ayudar a los docentes en tareas como la corrección de exámenes y la identificación de patrones de aprendizaje para maximixar el potencial de los estudiantes en distintos niveles. Los costos de los sistemas educativos pudieran reformularse seriamente. En el mundo empresarial, la IA puede ser una herramienta valiosa para optimizar procesos y mejorar la eficiencia de las empresas o el disruptor que reconfigura completamente el funcionamiento de las organizaciones.

Al respecto, no podemos soslayar que también existen múltiples preocupaciones sobre las implicaciones de la IA en las relaciones sociales; por ejemplo, la tendencia apunta a que la automatización y la robotización del trabajo puedan generar desempleo y desigualdades económicas y sociales. La polarización pudiera exacervarse a niveles catastróficos. Además, se plantea la preocupación ética sobre el uso de la IA, la privacidad de los datos, el abuso de grupos de poder y las consecuentes reacciones sociales.

En este orden de preocupaciones, es urgente atender la inclusión de las personas en situaciones de pobreza y pobreza extrema al tren de la IA; es importante que los gobiernos trabajen en la implementación de políticas públicas que promuevan la inclusión digital y el acceso a la tecnología y a la educación bajo la perspectiva de la Gobernanza. Es fundamental que se incentive la alfabetización digital y se brinden oportunidades de formación en habilidades tecnológicas para que estas personas no se queden atrás en la carrera tecnológica, que eventualmente será la carrera del desarrollo.

La IA ya no es el futuro, es el presente que está reescribiendo el futuro de las personas a nivel colectivo y personal. Es vital considerar los efectos que puede tener en nuestra sociedad y trabajar en políticas y estrategias para maximizar sus beneficios y minimizar sus riesgos. La inclusión y la educación digital son clave para asegurar que todos los miembros de nuestra sociedad puedan aprovechar al máximo esta nueva era tecnológica. La IA puede ser un catalizador para la vida democrática de las naciones o para la ingobernabilidad. La moneda está en el aire.

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