/ miércoles 21 de diciembre de 2022

Gobernanza y sostenibilidad | La UPALT es grande por el valor de su gente

Luego de cinco años de intensa labor al frente de la Universidad Politécnica de Altamira concluyo una maravillosa etapa de mi vida profesional y personal donde tuve la oportunidad de trabajar por el desarrollo de nuestra comunidad mediante la gestión de la educación superior y donde tuve la dicha de conocer a universitarias y universitarios talentosos que con su juventud y entusiasmo iluminan los edificios y pasillos de la Universidad; a personas que cotidianamente se levantan para trabajar y poner en alto el nombre de la institución con la conciencia y convicción de que su labor -más allá de una actividad laboral- tiene un sentido de profunda trascendencia, cuya esencia es la vida misma de los universitarios y el futuro de nuestra sociedad. Conocí también a diversos actores sociales y empresariales con un alto compromiso social, siempre dispuestos a impulsar los proyectos universitarios desde diversos entornos.

A propósito de este momento culminante, en el marco del XVI aniversario de la Universidad celebrado recientemente y el cierre de un año, me permito hacer algunas breves anotaciones.

La UPALT fue la primera Universidad en el Estado en lograr la obtención de la acreditación como universidad Bilingüe, Internacional y Sustentable en todos los programas académicos; es precursora del Modelo Mexicano de Formación Dual en vinculación con distintas empresas de la zona. Estos dos aspectos han determinado el rumbo de la institución.

La participación exitosa en distintos certámenes de investigación y creatividad son un sello de la Universidad. La UPALT se posicionó en el Top Ten del Ranking internacional en el Mundial de Vex Robotics en 2018, celebrado en Kentucky, Estados Unidos y posteriormente obtuvo en Cancún la acreditación al Mundial de Robótica de 2019. Más tarde, un grupo de universitarios tuvo una exitosa participación en TuApp 2018 celebrado en Lima, Perú. Fue memorable la acreditación para la Expo Ciencias Internacional Abu Dabi 2019 y la de Dubái 2020 –que se llevó a cabo hasta 2022 por la pandemia–. Ello sin mencionar la exitosa participación en concursos anuales como Tamcoder organizado por el Centro de Investigaciones Avanzadas del Instituto Politécnico Nacional donde se obtuvo el primer lugar, así como diversas Expo Ciencias, auspiciadas en gran medida por el Gobierno del Estado y la propia Universidad.

También en el ámbito internacional destaca la estancia de estudio de un grupo de universitarios en Indiana University-Purdue University en Fort Wayne, Estados Unidos, así como la estancia de una universitaria en Coast Mountain College en Terrace, Canadá. Sin soslayar la formación académica –Doctoral y Posdoctoral– de profesores en Alemania, Canadá y Estados Unidos.

Destaca también la constante participación del alumnado en los veranos de Investigación, auspiciados preponderantemente por la UPALT y donde universitarias y universitarios pudieron investigar y establecer vínculos con investigadores de diversos lugares de la república mexicana. Esta dinámica ha permitido que la UPALT sea reconocida en el ámbito de la ciencia y la tecnología.

El arduo trabajo de la comunidad universitaria definió un perfil competitivo y aguerrido que, pese a todo obstáculo, destacó también en diversos torneos deportivos como futbol y otras disciplinas practicadas por el alumnado. Así como la obtención de reconocimientos, becas y oportunidades para participar en congresos, actividades culturales y diplomados; decenas de becas institucionales y de excelencia. En materia de infraestructura, se realizó el estacionamiento de la Universidad, así como la primera etapa de la Unidad de Aulas II, el mantenimiento de espacios educativos así como el equipamiento de aulas y de laboratorios de acuerdo a las necesidades de los programas educativos. Una universidad con finanzas sanas y con mecanismos para enfrentar las dificultades operativas de inicio de año.

Todo, absolutamente todo, de la mano de personas cuyo compromiso e inteligencia ha estado al servicio de la comunidad universitaria, donde existe un solo proyecto que se llama Universidad Politécnica de Altamira, donde el éxito de uno es la victoria de la comunidad.

Me llena de orgullo ser parte de la historia de la Universidad Politécnica de Altamira. Tengo claro que para la Comunidad Universitaria hay un largo camino por recorrer y muchos desafíos que asumir, pero culmino mi periodo Rectoral satisfecho por el deber cumplido y contento de haber podido servir a mi Estado. Yo veo en la UPALT una universidad constituida por una comunidad universitaria talentosa y valiente. Una comunidad integrada por mujeres y hombres que, desde su realidad como estudiantes, personal académico, administrativo u operativo, está dispuesta a hacer todos los días una universidad de talla mundial, un semillero de talentos donde no solo están los mejores, sino los que tienen mejor actitud y el valor para transformar una sociedad, hacer comunidad y fomentar el desarrollo desde su propia realidad. Veo a una comunidad que brilla y que es capaz de darle sentido a los obstáculos. Una comunidad que triunfa en cualquier lugar y en cualquier momento.

Una comunidad que hoy, como siempre, es grande y es grande por el valor de su gente.

Luego de cinco años de intensa labor al frente de la Universidad Politécnica de Altamira concluyo una maravillosa etapa de mi vida profesional y personal donde tuve la oportunidad de trabajar por el desarrollo de nuestra comunidad mediante la gestión de la educación superior y donde tuve la dicha de conocer a universitarias y universitarios talentosos que con su juventud y entusiasmo iluminan los edificios y pasillos de la Universidad; a personas que cotidianamente se levantan para trabajar y poner en alto el nombre de la institución con la conciencia y convicción de que su labor -más allá de una actividad laboral- tiene un sentido de profunda trascendencia, cuya esencia es la vida misma de los universitarios y el futuro de nuestra sociedad. Conocí también a diversos actores sociales y empresariales con un alto compromiso social, siempre dispuestos a impulsar los proyectos universitarios desde diversos entornos.

A propósito de este momento culminante, en el marco del XVI aniversario de la Universidad celebrado recientemente y el cierre de un año, me permito hacer algunas breves anotaciones.

La UPALT fue la primera Universidad en el Estado en lograr la obtención de la acreditación como universidad Bilingüe, Internacional y Sustentable en todos los programas académicos; es precursora del Modelo Mexicano de Formación Dual en vinculación con distintas empresas de la zona. Estos dos aspectos han determinado el rumbo de la institución.

La participación exitosa en distintos certámenes de investigación y creatividad son un sello de la Universidad. La UPALT se posicionó en el Top Ten del Ranking internacional en el Mundial de Vex Robotics en 2018, celebrado en Kentucky, Estados Unidos y posteriormente obtuvo en Cancún la acreditación al Mundial de Robótica de 2019. Más tarde, un grupo de universitarios tuvo una exitosa participación en TuApp 2018 celebrado en Lima, Perú. Fue memorable la acreditación para la Expo Ciencias Internacional Abu Dabi 2019 y la de Dubái 2020 –que se llevó a cabo hasta 2022 por la pandemia–. Ello sin mencionar la exitosa participación en concursos anuales como Tamcoder organizado por el Centro de Investigaciones Avanzadas del Instituto Politécnico Nacional donde se obtuvo el primer lugar, así como diversas Expo Ciencias, auspiciadas en gran medida por el Gobierno del Estado y la propia Universidad.

También en el ámbito internacional destaca la estancia de estudio de un grupo de universitarios en Indiana University-Purdue University en Fort Wayne, Estados Unidos, así como la estancia de una universitaria en Coast Mountain College en Terrace, Canadá. Sin soslayar la formación académica –Doctoral y Posdoctoral– de profesores en Alemania, Canadá y Estados Unidos.

Destaca también la constante participación del alumnado en los veranos de Investigación, auspiciados preponderantemente por la UPALT y donde universitarias y universitarios pudieron investigar y establecer vínculos con investigadores de diversos lugares de la república mexicana. Esta dinámica ha permitido que la UPALT sea reconocida en el ámbito de la ciencia y la tecnología.

El arduo trabajo de la comunidad universitaria definió un perfil competitivo y aguerrido que, pese a todo obstáculo, destacó también en diversos torneos deportivos como futbol y otras disciplinas practicadas por el alumnado. Así como la obtención de reconocimientos, becas y oportunidades para participar en congresos, actividades culturales y diplomados; decenas de becas institucionales y de excelencia. En materia de infraestructura, se realizó el estacionamiento de la Universidad, así como la primera etapa de la Unidad de Aulas II, el mantenimiento de espacios educativos así como el equipamiento de aulas y de laboratorios de acuerdo a las necesidades de los programas educativos. Una universidad con finanzas sanas y con mecanismos para enfrentar las dificultades operativas de inicio de año.

Todo, absolutamente todo, de la mano de personas cuyo compromiso e inteligencia ha estado al servicio de la comunidad universitaria, donde existe un solo proyecto que se llama Universidad Politécnica de Altamira, donde el éxito de uno es la victoria de la comunidad.

Me llena de orgullo ser parte de la historia de la Universidad Politécnica de Altamira. Tengo claro que para la Comunidad Universitaria hay un largo camino por recorrer y muchos desafíos que asumir, pero culmino mi periodo Rectoral satisfecho por el deber cumplido y contento de haber podido servir a mi Estado. Yo veo en la UPALT una universidad constituida por una comunidad universitaria talentosa y valiente. Una comunidad integrada por mujeres y hombres que, desde su realidad como estudiantes, personal académico, administrativo u operativo, está dispuesta a hacer todos los días una universidad de talla mundial, un semillero de talentos donde no solo están los mejores, sino los que tienen mejor actitud y el valor para transformar una sociedad, hacer comunidad y fomentar el desarrollo desde su propia realidad. Veo a una comunidad que brilla y que es capaz de darle sentido a los obstáculos. Una comunidad que triunfa en cualquier lugar y en cualquier momento.

Una comunidad que hoy, como siempre, es grande y es grande por el valor de su gente.

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