/ domingo 21 de enero de 2024

Las modas de la política

Cada cierto tiempo la política y los políticos se reinventan con la intención de conectar con los intereses y preocupaciones de su electorado en principio, pero también, con el ánimo de ampliar su base de apoyo incorporando temas innovadores.

Hasta ahí, parecería una estrategia legítima en respuesta al desarrollo del estado de ánimo social y lo sería aún más, si fuera una muestra de sensibilidad auténtica, pero la experiencia nos ha enseñado que han sido solo tácticas engañosas, con el objetivo inmediato puesto en el rendimiento electoral.

Por ejemplo, hace ya bastantes años, la clase política quiso ponerse en sintonía con las legítimas preocupaciones de la agenda ecologista y el robusto movimiento que la impulsaba desde la sociedad civil.

Durante un tiempo, la atención se centró en las propuestas que priorizarán la protección del medioambiente a consecuencia del calentamiento global, la contaminación, la deforestación Etc. Problemas que conmovieron y angustiaron a tal punto a la población, que cualquier formación política que hiciera suya la agenda ambiental, contaría con una gran base de apoyo.

Este nicho fue aprovechado en México por personajes sin antecedentes de activismo en protección ambiental, pero poseedores de un gran olfato político, anticiparon la oportunidad que se abría y fue así que hoy tenemos en nuestro país un partido verde ecologista, que ha propuesto la pena de muerte y no pertenece a la organización mundial que aglutina a todos los partidos ecologistas del mundo.

Por su parte, la preocupación por la protección ambiental, si no desapareció, sí disminuyó drásticamente, sin que ninguno de los problemas que le dieron origen se hubieran solucionado, incluso en algunos casos se han agudizado, los intereses de la clase política mudaron a otras preocupaciones con mayor rédito electoral, y la agenda verde de forma integral fue abandonada, había pasado de moda.

Posterior a esto, se ensalzó a la juventud como la respuesta fresca a todos los problemas que las generaciones pasadas habían heredado a las nuevas, según esto, los problemas de nuestro país se resolverían con los recursos que ofrecía la modernidad y quien mejor para entenderla, que las nuevas generaciones, aunque esas generaciones cargaran entre su equipamiento con todas las malas prácticas y vicios del pasado y ninguna de sus virtudes.

El resultado fue el mayor número de gobernadores que acabaron en la cárcel de la era reciente, hasta nuevo aviso.

Hoy la moda ya no son los políticos ecologistas o jóvenes, sino el empoderamiento de las mujeres, que como objetivo es muy loable y merecido, de ello no hay duda, pero ojalá no se trate una vez más, de una treta solo con el propósito de ganarse el favor del electorado.

Ojalá el empoderamiento de las mujeres logre resolver sustancialmente, los graves problemas que hoy padecen las mujeres solo por ser mujeres, para empezar, los feminicidios, pasando por el acoso laboral hasta llegar a la violencia familiar.

Ojalá que la agenda de empoderamiento femenino no corra con la misma suerte como con la agenda ecologista y la promesa redentora cifrada en los políticos jóvenes.

Sotelo27@me.com

Cada cierto tiempo la política y los políticos se reinventan con la intención de conectar con los intereses y preocupaciones de su electorado en principio, pero también, con el ánimo de ampliar su base de apoyo incorporando temas innovadores.

Hasta ahí, parecería una estrategia legítima en respuesta al desarrollo del estado de ánimo social y lo sería aún más, si fuera una muestra de sensibilidad auténtica, pero la experiencia nos ha enseñado que han sido solo tácticas engañosas, con el objetivo inmediato puesto en el rendimiento electoral.

Por ejemplo, hace ya bastantes años, la clase política quiso ponerse en sintonía con las legítimas preocupaciones de la agenda ecologista y el robusto movimiento que la impulsaba desde la sociedad civil.

Durante un tiempo, la atención se centró en las propuestas que priorizarán la protección del medioambiente a consecuencia del calentamiento global, la contaminación, la deforestación Etc. Problemas que conmovieron y angustiaron a tal punto a la población, que cualquier formación política que hiciera suya la agenda ambiental, contaría con una gran base de apoyo.

Este nicho fue aprovechado en México por personajes sin antecedentes de activismo en protección ambiental, pero poseedores de un gran olfato político, anticiparon la oportunidad que se abría y fue así que hoy tenemos en nuestro país un partido verde ecologista, que ha propuesto la pena de muerte y no pertenece a la organización mundial que aglutina a todos los partidos ecologistas del mundo.

Por su parte, la preocupación por la protección ambiental, si no desapareció, sí disminuyó drásticamente, sin que ninguno de los problemas que le dieron origen se hubieran solucionado, incluso en algunos casos se han agudizado, los intereses de la clase política mudaron a otras preocupaciones con mayor rédito electoral, y la agenda verde de forma integral fue abandonada, había pasado de moda.

Posterior a esto, se ensalzó a la juventud como la respuesta fresca a todos los problemas que las generaciones pasadas habían heredado a las nuevas, según esto, los problemas de nuestro país se resolverían con los recursos que ofrecía la modernidad y quien mejor para entenderla, que las nuevas generaciones, aunque esas generaciones cargaran entre su equipamiento con todas las malas prácticas y vicios del pasado y ninguna de sus virtudes.

El resultado fue el mayor número de gobernadores que acabaron en la cárcel de la era reciente, hasta nuevo aviso.

Hoy la moda ya no son los políticos ecologistas o jóvenes, sino el empoderamiento de las mujeres, que como objetivo es muy loable y merecido, de ello no hay duda, pero ojalá no se trate una vez más, de una treta solo con el propósito de ganarse el favor del electorado.

Ojalá el empoderamiento de las mujeres logre resolver sustancialmente, los graves problemas que hoy padecen las mujeres solo por ser mujeres, para empezar, los feminicidios, pasando por el acoso laboral hasta llegar a la violencia familiar.

Ojalá que la agenda de empoderamiento femenino no corra con la misma suerte como con la agenda ecologista y la promesa redentora cifrada en los políticos jóvenes.

Sotelo27@me.com