/ domingo 28 de enero de 2024

Liberándose del alcohol | Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol

“La admisión de nuestra impotencia personal resulta ser, a fin de cuentas, la base segura sobre la que su puede construir una vida feliz y útil

Para un ser humano enfrascado en el torbellino del alcohol, dar este primer paso es bastante complicado, es como si le explotara un cohetón en su cerebro; recibe un sacudimiento mental que le hace ver con toda claridad el camino de autodestrucción por el que viene conduciendo su vida.

En las primeras reuniones de recuperación que tiene un recién llegado a la comunidad de AA, recibe todo el apoyo que requiere para que pueda entender la profundidad del primer paso.

Tiene que entender la aparente contradicción que existe entre el que si quiere salir victorioso de los embates del alcohol, tiene que aceptar que fue derrotado por él. Admitir esta derrota es la entrada a un proceso que se convierte en un estilo de vida, es decir que habrá problemas de toda índole, pero que también habrá soluciones efectivas y oportunas.

Cuando un consumidor llega a la comunidad de AA, encontrará personas que ya recorrieron el camino que conduce a la sobriedad y que compartirán su historia que ayudará a entender al recién llegado, que no es el único al que le levantaron a su único hijo, o que no es el único a quien engañó su esposa, o que hay varios a quienes corrieron de su trabajo por borracho, etc.

Todos ellos han superado el trauma que les causó la adversidad y han retomado la responsabilidad de su vida, ahora son felices y están dispuestos a compartir “cómo” el programa de los Doce Pasos los apoyó en la búsqueda de la solución.

Es muy común que los familiares o amigos de un alcohólico le den consejos al observar cómo el borrachito va destruyendo su vida con el consumo irracional del alcohol: “ya no tomes, te estás haciendo daño en tu salud”, “ te van a correr de tu trabajo, ya estás faltando con mucha frecuencia”, “tu esposa te va a dejar porque no estás cumpliendo con tus responsabilidades, ni de esposo ni de padre” y así un montón de argumentos lógicos, para cualquier mente sana, para cualquier persona que tiene valores conductuales.

Sin duda habría una reacción correctiva. Pero para un enfermo alcohólico esos argumentos no tienen ningún valor. El alcohol le arrebató la capacidad de analizar y decidir, solo se guía por el instinto.

El Programa de los Doce Pasos nos dice “El alcohol, ahora convertido en nuestro acreedor más despiadado, nos despoja de toda confianza en nosotros mismos y toda voluntad para resistirnos a sus exigencias”

Al carecer de toda lógica en su comportamiento, puesto que su mente no tiene la capacidad de razonar, el enfermo alcohólico se convierte en una persona ingobernable. Es incapaz de someterse a un orden personal, familiar o comunitario.

Ante tal realidad, el Programa de los Doce Pasos establece, “Es verdaderamente horrible admitir que, con una copa en la mano, hemos deformado nuestra mente hasta tener una obsesión por beber tan destructiva que solo un acto de la providencia puede librarnos de ella”.

La organización de AA fue fundada para ayudar al enfermo alcohólico a librarse de la maligna obsesión alcohólica. Si tienes el problema o conoces alguien que lo tenga marca el teléfono 8332125634, 8331055995 ó el 8332289003 ahí te orientarán adecuadamente.

“La admisión de nuestra impotencia personal resulta ser, a fin de cuentas, la base segura sobre la que su puede construir una vida feliz y útil

Para un ser humano enfrascado en el torbellino del alcohol, dar este primer paso es bastante complicado, es como si le explotara un cohetón en su cerebro; recibe un sacudimiento mental que le hace ver con toda claridad el camino de autodestrucción por el que viene conduciendo su vida.

En las primeras reuniones de recuperación que tiene un recién llegado a la comunidad de AA, recibe todo el apoyo que requiere para que pueda entender la profundidad del primer paso.

Tiene que entender la aparente contradicción que existe entre el que si quiere salir victorioso de los embates del alcohol, tiene que aceptar que fue derrotado por él. Admitir esta derrota es la entrada a un proceso que se convierte en un estilo de vida, es decir que habrá problemas de toda índole, pero que también habrá soluciones efectivas y oportunas.

Cuando un consumidor llega a la comunidad de AA, encontrará personas que ya recorrieron el camino que conduce a la sobriedad y que compartirán su historia que ayudará a entender al recién llegado, que no es el único al que le levantaron a su único hijo, o que no es el único a quien engañó su esposa, o que hay varios a quienes corrieron de su trabajo por borracho, etc.

Todos ellos han superado el trauma que les causó la adversidad y han retomado la responsabilidad de su vida, ahora son felices y están dispuestos a compartir “cómo” el programa de los Doce Pasos los apoyó en la búsqueda de la solución.

Es muy común que los familiares o amigos de un alcohólico le den consejos al observar cómo el borrachito va destruyendo su vida con el consumo irracional del alcohol: “ya no tomes, te estás haciendo daño en tu salud”, “ te van a correr de tu trabajo, ya estás faltando con mucha frecuencia”, “tu esposa te va a dejar porque no estás cumpliendo con tus responsabilidades, ni de esposo ni de padre” y así un montón de argumentos lógicos, para cualquier mente sana, para cualquier persona que tiene valores conductuales.

Sin duda habría una reacción correctiva. Pero para un enfermo alcohólico esos argumentos no tienen ningún valor. El alcohol le arrebató la capacidad de analizar y decidir, solo se guía por el instinto.

El Programa de los Doce Pasos nos dice “El alcohol, ahora convertido en nuestro acreedor más despiadado, nos despoja de toda confianza en nosotros mismos y toda voluntad para resistirnos a sus exigencias”

Al carecer de toda lógica en su comportamiento, puesto que su mente no tiene la capacidad de razonar, el enfermo alcohólico se convierte en una persona ingobernable. Es incapaz de someterse a un orden personal, familiar o comunitario.

Ante tal realidad, el Programa de los Doce Pasos establece, “Es verdaderamente horrible admitir que, con una copa en la mano, hemos deformado nuestra mente hasta tener una obsesión por beber tan destructiva que solo un acto de la providencia puede librarnos de ella”.

La organización de AA fue fundada para ayudar al enfermo alcohólico a librarse de la maligna obsesión alcohólica. Si tienes el problema o conoces alguien que lo tenga marca el teléfono 8332125634, 8331055995 ó el 8332289003 ahí te orientarán adecuadamente.