/ viernes 6 de diciembre de 2019

Qué pasa con el TMEC

Que se traduce en un aumento de la seguridad fronteriza y la determinación de un presupuesto especial para la reforma laboral, entre otras cosas, ahora los vecinos del norte quieren más aprovechando que este acuerdo comercial está convertido en un tema de batalla político electoral por la presidencia del vecino país. Así pues, la aprobación del TMEC está en veremos y eso no es bueno para México. No obstante, me parece apropiada la actitud del Lic. Andrés Manuel Lopez Obrador, quien haciendo acopio de realismo y con un discurso conciliador, ha demostrado estar consciente del peso de sus palabras y decisiones, tal y como corresponde al próximo encargado de los destinos nacionales. Lo peor habría sido soltar un discurso gratuitamente hostil hacia los políticos republicanos y demócratas (bien que lo merecen), cuya atención se centra hoy en la contienda presidencial más que en otra cosa.

El Presidente de México ha dicho estar listo para trabajar con el gobierno estadounidense dentro de un marco de cooperación y entendimiento, que es el espíritu de la relación bilateral, esto lo pone como un dirigente serio, sensato y conocedor del papel que le toca jugar en este delicado momento. No olvidemos ni por un instante que México, nuestro país, es una nación pobre, limítrofe con la tierra que gobierna Donald Trump, personaje que de un “tuitazo” puede poner en riesgo la estabilidad de grandes sectores de nuestra economía. Tampoco olvidemos que hay cientos de miles de mexicanos que cruzaron el rio Bravo indebidamente y las autoridades del vecino país pueden regresar a miles de migrantes a nuestro suelo de manera rápida y con la ley en la mano, provocándonos grandes dificultades.

Al igual que a miles de connacionales a mí me gustaría acudir, lo reitero, a pronunciar un discurso en la ONU para recordarle a nuestros socios del TMEC que “el sur también existe” y denunciar a las grandes potencias, incluida su opulenta nación, por todo tipo de iniquidades y abusos cometidos. Solo que en tratándose de nuestro presidente no esta bien, así lo creo, que se atreva a complicar a México y por una complacencia pasajera, exponga a nuestro país a sufrir más inconvenientes y más pobreza.

Que se traduce en un aumento de la seguridad fronteriza y la determinación de un presupuesto especial para la reforma laboral, entre otras cosas, ahora los vecinos del norte quieren más aprovechando que este acuerdo comercial está convertido en un tema de batalla político electoral por la presidencia del vecino país. Así pues, la aprobación del TMEC está en veremos y eso no es bueno para México. No obstante, me parece apropiada la actitud del Lic. Andrés Manuel Lopez Obrador, quien haciendo acopio de realismo y con un discurso conciliador, ha demostrado estar consciente del peso de sus palabras y decisiones, tal y como corresponde al próximo encargado de los destinos nacionales. Lo peor habría sido soltar un discurso gratuitamente hostil hacia los políticos republicanos y demócratas (bien que lo merecen), cuya atención se centra hoy en la contienda presidencial más que en otra cosa.

El Presidente de México ha dicho estar listo para trabajar con el gobierno estadounidense dentro de un marco de cooperación y entendimiento, que es el espíritu de la relación bilateral, esto lo pone como un dirigente serio, sensato y conocedor del papel que le toca jugar en este delicado momento. No olvidemos ni por un instante que México, nuestro país, es una nación pobre, limítrofe con la tierra que gobierna Donald Trump, personaje que de un “tuitazo” puede poner en riesgo la estabilidad de grandes sectores de nuestra economía. Tampoco olvidemos que hay cientos de miles de mexicanos que cruzaron el rio Bravo indebidamente y las autoridades del vecino país pueden regresar a miles de migrantes a nuestro suelo de manera rápida y con la ley en la mano, provocándonos grandes dificultades.

Al igual que a miles de connacionales a mí me gustaría acudir, lo reitero, a pronunciar un discurso en la ONU para recordarle a nuestros socios del TMEC que “el sur también existe” y denunciar a las grandes potencias, incluida su opulenta nación, por todo tipo de iniquidades y abusos cometidos. Solo que en tratándose de nuestro presidente no esta bien, así lo creo, que se atreva a complicar a México y por una complacencia pasajera, exponga a nuestro país a sufrir más inconvenientes y más pobreza.