/ lunes 12 de noviembre de 2018

Descubrimientos sorprendentes

Estamos en camino hacia una revolución silenciosa.

Los descubrimientos en ingeniería genética son profundos y espectaculares.

Se dispone ahora mismo -y no es ficción-, de un mapa para identificar y localizar genes humanos.

El hecho de poseer una detallada cartografía del ADN y RNA de la raza humana es la llave de ingreso al microcosmos de la naturaleza humana y la síntesis de la vida. Esto es un mundo inexplorado.

Actualmente la humanidad está inmersa en la exploración del espacio interestelar, pero también desea resolver aquello que se encuentra al interior de la persona, sus interrogantes. Por ambos caminos se buscaria explicar el origen de la vida.

Los científicos han logrado crear virus idénticos a los naturales con el atributo esencial de que estos organismos poseen la virtud de reproducirse en otros bacilos parecidos o similares a ellos. Esto es lo más cercano del paso de “la no vida, a la vida”, que se conozca.

Sin embargo, apenas es el comienzo de una larga ruta. Después de todo, conocer a la persona humana no es tan facil. Cada individuo es una cultura, una miríada de posibilidades, como dijo Jean Rostand, “es un rostro, unas expresiones, una sonrisa, una mirada, un timbre de voz, los gestos familiares, una manera de andar, una escritura…”. Pero pueden agregarse muchas otras características, seguramente cientos, miles.

Una vez que sea viable unir y combinar genes de la forma imaginada, quizás algún día se tenga respuesta para enigmas que nos intrigan. Es cuestión de tiempo y buena dosis de fortuna.


Estamos en camino hacia una revolución silenciosa.

Los descubrimientos en ingeniería genética son profundos y espectaculares.

Se dispone ahora mismo -y no es ficción-, de un mapa para identificar y localizar genes humanos.

El hecho de poseer una detallada cartografía del ADN y RNA de la raza humana es la llave de ingreso al microcosmos de la naturaleza humana y la síntesis de la vida. Esto es un mundo inexplorado.

Actualmente la humanidad está inmersa en la exploración del espacio interestelar, pero también desea resolver aquello que se encuentra al interior de la persona, sus interrogantes. Por ambos caminos se buscaria explicar el origen de la vida.

Los científicos han logrado crear virus idénticos a los naturales con el atributo esencial de que estos organismos poseen la virtud de reproducirse en otros bacilos parecidos o similares a ellos. Esto es lo más cercano del paso de “la no vida, a la vida”, que se conozca.

Sin embargo, apenas es el comienzo de una larga ruta. Después de todo, conocer a la persona humana no es tan facil. Cada individuo es una cultura, una miríada de posibilidades, como dijo Jean Rostand, “es un rostro, unas expresiones, una sonrisa, una mirada, un timbre de voz, los gestos familiares, una manera de andar, una escritura…”. Pero pueden agregarse muchas otras características, seguramente cientos, miles.

Una vez que sea viable unir y combinar genes de la forma imaginada, quizás algún día se tenga respuesta para enigmas que nos intrigan. Es cuestión de tiempo y buena dosis de fortuna.