/ viernes 14 de diciembre de 2018

Difícil vecindad

Este miércoles 12 de diciembre...

Donald Trump, presidente de Estados Unidos, afirmó por tuiter que México ya está pagando el Muro fronterizo con el dinero que se ahorran con el nuevo Acuerdo Comercial T-MEC, ello, un día después de hablar vía telefónica con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador para discutir acerca de la creación de empleos en México y Centroamérica. La dualidad en el discurso del inquilino de la Casa Blanca, no sólo es una descortesía o falta de respeto, sino que reafirma, por si había duda, que las negociaciones del nuevo Acuerdo Comercial T—MEC las manejaron los mega ricos, en petit comité, y que con Nuevo Orden Mundial o no, el Tío Sam tiene agarrado del cuello al planeta, incluido México. Ésta es la presidencia imperial que mantiene una lucha antimigratoria contra los paisanos, que nunca dejan de cruzar rumbo a California, Texas y Nuevo México, tierras que antes eran de México.

Estados Unidos es un país hecho por los migrantes y la guerra, cuya economía gravita en esa dirección. De 1775 a la fecha, nuestro socio comercial del ahora T-MEC, “ha hecho nueve guerras mayores en nueve generaciones”. “Y, entre guerra y guerra, ha participado y promovido activamente en otros conflictos armados”. La Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Corea, la Guerra de Viet nam, las incursiones armadas en el Golfo Pérsico, Libia y Siria. En ese cuadro, aparecen guerras pequeñas, intervenciones y golpes de estado.

Donald Trump y su rechazo a los migrantes pobres, personifica la imagen de que el ser humano tiene la imperiosa necesidad de encontrar a un enemigo, al grado que de no tener T MEC, pronto lo inventa; dinámica que se ejerce del mismo modo en que se necesita del sexo, del sentido de la propia importancia, del dinero, del bienestar de la familia, del misticismo y la salud.

Las políticas fundamentadas en el miedo y el odio avivan los signos de ruptura, desarticulan cada vez más a la sociedad, y la separan de un renacimiento humanista. El reto es hallar la manera de refrenar este deseo de dominio y de tener un enemigo que habita en el corazón y entrañas de la raza humana. Recuperar el respeto de la identidad de la otra persona y entablar un diálogo sincero para aliviar las tensiones.

PD.En su libro “Pa salir de Pobre”, Enrique Maza consigna. “Dios entonces dio las tablas de su ley y sus mandamientos a los migrantes que vagaban por el desierto y que iban a constituirse en nación y en pueblo, e hizo su alianza con los migrantes que descendían del migrante Israel. Y Dios dijo a su pueblo: “Yo soy Yavé su Dios, el que los sacó de Egipto, país de la esclavitud. No opriman a los extranjeros, pues ustedes ya saben lo que es ser extranjero. Lo fueron ustedes en la tierra de Egipto.”

Esto, no requiere mayor exégesis.

Este miércoles 12 de diciembre...

Donald Trump, presidente de Estados Unidos, afirmó por tuiter que México ya está pagando el Muro fronterizo con el dinero que se ahorran con el nuevo Acuerdo Comercial T-MEC, ello, un día después de hablar vía telefónica con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador para discutir acerca de la creación de empleos en México y Centroamérica. La dualidad en el discurso del inquilino de la Casa Blanca, no sólo es una descortesía o falta de respeto, sino que reafirma, por si había duda, que las negociaciones del nuevo Acuerdo Comercial T—MEC las manejaron los mega ricos, en petit comité, y que con Nuevo Orden Mundial o no, el Tío Sam tiene agarrado del cuello al planeta, incluido México. Ésta es la presidencia imperial que mantiene una lucha antimigratoria contra los paisanos, que nunca dejan de cruzar rumbo a California, Texas y Nuevo México, tierras que antes eran de México.

Estados Unidos es un país hecho por los migrantes y la guerra, cuya economía gravita en esa dirección. De 1775 a la fecha, nuestro socio comercial del ahora T-MEC, “ha hecho nueve guerras mayores en nueve generaciones”. “Y, entre guerra y guerra, ha participado y promovido activamente en otros conflictos armados”. La Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Corea, la Guerra de Viet nam, las incursiones armadas en el Golfo Pérsico, Libia y Siria. En ese cuadro, aparecen guerras pequeñas, intervenciones y golpes de estado.

Donald Trump y su rechazo a los migrantes pobres, personifica la imagen de que el ser humano tiene la imperiosa necesidad de encontrar a un enemigo, al grado que de no tener T MEC, pronto lo inventa; dinámica que se ejerce del mismo modo en que se necesita del sexo, del sentido de la propia importancia, del dinero, del bienestar de la familia, del misticismo y la salud.

Las políticas fundamentadas en el miedo y el odio avivan los signos de ruptura, desarticulan cada vez más a la sociedad, y la separan de un renacimiento humanista. El reto es hallar la manera de refrenar este deseo de dominio y de tener un enemigo que habita en el corazón y entrañas de la raza humana. Recuperar el respeto de la identidad de la otra persona y entablar un diálogo sincero para aliviar las tensiones.

PD.En su libro “Pa salir de Pobre”, Enrique Maza consigna. “Dios entonces dio las tablas de su ley y sus mandamientos a los migrantes que vagaban por el desierto y que iban a constituirse en nación y en pueblo, e hizo su alianza con los migrantes que descendían del migrante Israel. Y Dios dijo a su pueblo: “Yo soy Yavé su Dios, el que los sacó de Egipto, país de la esclavitud. No opriman a los extranjeros, pues ustedes ya saben lo que es ser extranjero. Lo fueron ustedes en la tierra de Egipto.”

Esto, no requiere mayor exégesis.