/ sábado 11 de diciembre de 2021

Gryita.com, Fylosofía en expresión | Valentina

Nos enfilamos ya hacia el término de este extraordinario 2021

Inevitable considerar en este tramo espejismos que formamos a través de la desesperación, la angustia y demás espectros provocados por la mezcla del encierro que al final no es más que miedo en todas sus formas.

Encierro relativo, conceptual, creado al interior de mentes incapaces muchas de gobernar sus cuerpos.

La sociedad ha sufrido graves daños, que considero que con el tiempo nos darán su verdadero balance, ya que me parece que lo peor no está aún ocurriendo.

El cargo que seguramente facturará socialmente el haber jugado al menos en México con la conveniencia, el comercio y la política para a la par realmente intentar salvar a los más posibles, reportará carencias propias de haber descuidado lo más importante.

Definitivamente nos va a ser muy difícil como grupo humano aceptar que muchas muertes son el resultado de operar una política pública de una no represión exagerada al límite de la no observancia de normas sanitarias de mitigación e incluso a ratos provocada con fines electorales, que si bien pudiera ser que en algún momento trajera crecimiento y madurez dejando en cada uno la responsabilidad de su vida, el precio es demasiado alto y el proceso de esta educación no tutelada ignoró por completo el nivel cultural y la capacidad de respuesta de un pueblo que por décadas ha sido mantenido en la pobreza y la ignorancia, lo cual tal vez no lo incapacita totalmente pero sí lo pone en desventaja evolutiva, lo cual nos lleva a un tétrico escenario de selección natural.

Hablo de la educación por ejemplo, que da una radiografía silenciosa de las prioridades de un país que se sabe inculto pero que no le es urgente impulsar el conocimiento, evidentemente con los dados cargados a la seguridad de contar con el corazón y el cansancio de aquellos que aun en la indigencia cognitiva y conductual, saben perfectamente, a juzgar por los datos duros, al menos lo que ya no quieren.

También de la salud mental y emocional de una juventud que simplemente se ha creído que saldrá adelante con una instrucción primero en línea y hoy híbrida en casos, deficiente, insegura, mal planeada y sin ningún aparente rumbo de evolución, ya que la apuesta es volver “como el perro al vómito” al anterior esquema y no aprovechar la coyuntura para invertir en el progreso y facilitar la entrega del conocimiento considerando posibles escenarios semejantes en el futuro.

¿Por qué pensar tan negativamente?

Hoy después de lo ocurrido podemos darnos cuenta de que algunas batallas en favor del bien común serán difícilmente ganadas en el corto plazo, amenazas como la mala alimentación, la obesidad, el tabaquismo, las enfermedades degenerativas provocadas por alimentos literalmente envenenados que siguen a la mano de este pueblo suicida que se vuelve su mejor consumidor y que además después observa a sus creadores enriquecidos convertidos incluso en benefactores de la misma humanidad a la que diariamente inoculan con sus miles de cicutas para después ofrecerles sus manos llenas de altruismo, no parece tener fin.

No hay campañas en contra de esto, no hay recursos para sacar adelante la educación y que todos la puedan tener a mano de forma segura para docentes y alumnos, no hay programas que realmente parezcan ocuparse de la naturaleza e impedir que sigamos en nuestra “infinita sabiduría” destruyendo nuestra única casa, lo cual también nos vuelve propensos a seguir viviendo las reacciones propias de una mala organización comunitaria.

Las fiestas decembrinas están a la vuelta de la esquina ¿qué haremos esta vez?.

La salud vuelve a quedar en nuestras manos.

Por ahora, dentro de este oscuro escenario, yo puedo ver una luz de alegría, una caricia de la vida, un regalo que ilumina mi camino, hoy se me alegró el día, hoy nació mi nieta Valentina.

  • E-mail: gryitafuerte@gmail.com
  • Facebook: Gryita Fuerte
  • RE-GENERACIÓN 19

Nos enfilamos ya hacia el término de este extraordinario 2021

Inevitable considerar en este tramo espejismos que formamos a través de la desesperación, la angustia y demás espectros provocados por la mezcla del encierro que al final no es más que miedo en todas sus formas.

Encierro relativo, conceptual, creado al interior de mentes incapaces muchas de gobernar sus cuerpos.

La sociedad ha sufrido graves daños, que considero que con el tiempo nos darán su verdadero balance, ya que me parece que lo peor no está aún ocurriendo.

El cargo que seguramente facturará socialmente el haber jugado al menos en México con la conveniencia, el comercio y la política para a la par realmente intentar salvar a los más posibles, reportará carencias propias de haber descuidado lo más importante.

Definitivamente nos va a ser muy difícil como grupo humano aceptar que muchas muertes son el resultado de operar una política pública de una no represión exagerada al límite de la no observancia de normas sanitarias de mitigación e incluso a ratos provocada con fines electorales, que si bien pudiera ser que en algún momento trajera crecimiento y madurez dejando en cada uno la responsabilidad de su vida, el precio es demasiado alto y el proceso de esta educación no tutelada ignoró por completo el nivel cultural y la capacidad de respuesta de un pueblo que por décadas ha sido mantenido en la pobreza y la ignorancia, lo cual tal vez no lo incapacita totalmente pero sí lo pone en desventaja evolutiva, lo cual nos lleva a un tétrico escenario de selección natural.

Hablo de la educación por ejemplo, que da una radiografía silenciosa de las prioridades de un país que se sabe inculto pero que no le es urgente impulsar el conocimiento, evidentemente con los dados cargados a la seguridad de contar con el corazón y el cansancio de aquellos que aun en la indigencia cognitiva y conductual, saben perfectamente, a juzgar por los datos duros, al menos lo que ya no quieren.

También de la salud mental y emocional de una juventud que simplemente se ha creído que saldrá adelante con una instrucción primero en línea y hoy híbrida en casos, deficiente, insegura, mal planeada y sin ningún aparente rumbo de evolución, ya que la apuesta es volver “como el perro al vómito” al anterior esquema y no aprovechar la coyuntura para invertir en el progreso y facilitar la entrega del conocimiento considerando posibles escenarios semejantes en el futuro.

¿Por qué pensar tan negativamente?

Hoy después de lo ocurrido podemos darnos cuenta de que algunas batallas en favor del bien común serán difícilmente ganadas en el corto plazo, amenazas como la mala alimentación, la obesidad, el tabaquismo, las enfermedades degenerativas provocadas por alimentos literalmente envenenados que siguen a la mano de este pueblo suicida que se vuelve su mejor consumidor y que además después observa a sus creadores enriquecidos convertidos incluso en benefactores de la misma humanidad a la que diariamente inoculan con sus miles de cicutas para después ofrecerles sus manos llenas de altruismo, no parece tener fin.

No hay campañas en contra de esto, no hay recursos para sacar adelante la educación y que todos la puedan tener a mano de forma segura para docentes y alumnos, no hay programas que realmente parezcan ocuparse de la naturaleza e impedir que sigamos en nuestra “infinita sabiduría” destruyendo nuestra única casa, lo cual también nos vuelve propensos a seguir viviendo las reacciones propias de una mala organización comunitaria.

Las fiestas decembrinas están a la vuelta de la esquina ¿qué haremos esta vez?.

La salud vuelve a quedar en nuestras manos.

Por ahora, dentro de este oscuro escenario, yo puedo ver una luz de alegría, una caricia de la vida, un regalo que ilumina mi camino, hoy se me alegró el día, hoy nació mi nieta Valentina.

  • E-mail: gryitafuerte@gmail.com
  • Facebook: Gryita Fuerte
  • RE-GENERACIÓN 19