/ martes 11 de diciembre de 2018

Prima mangiare, poi filosofare

Evidentemente en los países súper desarrollados no se presentan los problemas como los que se tienen que sortear en las naciones menos desarrolladas o en vías de desarrollo

Las discusiones en temas de la microeconomía, la macroeconomía y la geopolitica pueden ser muy saludables cuando ya se satisfizo el apetito. Antes, ni pensarlo. La clase política en su totalidad debería estar consciente de que el principal problema de cientos de miles de mexicanas y mexicanos es tener que comer y con que comer. O sea, “Prima mangiare, poi filosofare” (primero comer, luego filosofar), que es el requerimiento cotidiano y el clamor de grandes sectores de la población. Ante ello, creo, no hay teorías derechistas o izquierdizantes que valgan, si el pueblo tiene hambre, eso es lo primero, ver la manera de “llenar la tripa”. Lo demás viene por añadidura.

PD. John D. Rockefeller, personaje que a los veintiséis años de edad llego a ser dueño de la Standard Oil Company en un lapso relativamente breve de competencia empresarial sin regulaciones, de rapiña progresista ( por las luchas intestinas y sangrientas de los “trusts” y monopolios que surgieron), fue quien acuño la frase de que “el mejor negocio es el petróleo, y el mejor segundo negocio es el petróleo mal administrado”. Rockefeller no era un individuo cualquiera, intuyó que el verdadero tesoro no era precisamente el petróleo sino su refinación y transporte. Esta visión le dio a la Estándar Oil en pocos años el control del 98 % del comercio petrolífero, al igual que el poseía el 95% de la Standard.

Evidentemente en los países súper desarrollados no se presentan los problemas como los que se tienen que sortear en las naciones menos desarrolladas o en vías de desarrollo

Las discusiones en temas de la microeconomía, la macroeconomía y la geopolitica pueden ser muy saludables cuando ya se satisfizo el apetito. Antes, ni pensarlo. La clase política en su totalidad debería estar consciente de que el principal problema de cientos de miles de mexicanas y mexicanos es tener que comer y con que comer. O sea, “Prima mangiare, poi filosofare” (primero comer, luego filosofar), que es el requerimiento cotidiano y el clamor de grandes sectores de la población. Ante ello, creo, no hay teorías derechistas o izquierdizantes que valgan, si el pueblo tiene hambre, eso es lo primero, ver la manera de “llenar la tripa”. Lo demás viene por añadidura.

PD. John D. Rockefeller, personaje que a los veintiséis años de edad llego a ser dueño de la Standard Oil Company en un lapso relativamente breve de competencia empresarial sin regulaciones, de rapiña progresista ( por las luchas intestinas y sangrientas de los “trusts” y monopolios que surgieron), fue quien acuño la frase de que “el mejor negocio es el petróleo, y el mejor segundo negocio es el petróleo mal administrado”. Rockefeller no era un individuo cualquiera, intuyó que el verdadero tesoro no era precisamente el petróleo sino su refinación y transporte. Esta visión le dio a la Estándar Oil en pocos años el control del 98 % del comercio petrolífero, al igual que el poseía el 95% de la Standard.