/ miércoles 10 de octubre de 2018

Qué papel juegan los ninis

El próximo gobierno de la república autorizará una partida presupuestal de 108 mil millones de pesos para el programa de becas “Jóvenes construyendo el futuro”...

En apoyo a 2 millones 300 mil jóvenes que ni trabajan ni estudian. Los abundantes recursos a invertir en los becarios (un poco más de los 106 mil millones de pesos que recibió para 2018 para su operación la Sedesol), causan sorpresa. Pero mayor asombro es que millones de ninis desaparecieron durante años de la miope perspectiva oficial. Se esfumaron para quienes se cubrieron los ojos ante un evento palmario. Es claro que las autoridades ignoraron durante mucho tiempo el destino de los ninis, porque andaban más ocupadas en ver la manera de escalar puestos políticos que en servir a la patria y resolver, en lo posible, los problemas apremiantes.

¿Qué hacen los ninis? ¿Dónde están? ¿A qué se dedican? Muchos de ellos delinquen ante el desempleo que azota al país, por la carencia de oportunidades para significarse socialmente. Cientos de miles de jóvenes están en las penitenciarias, que es a donde van a dar a causa de la ineficacia de quienes desde los altos puestos burocráticos traicionaron los ideales de ejercer una fuerza gubernativa idéntica para todos los sectores sociales que constituyen el conglomerado nacional. Esto que es discriminatorio, desvirtúa la esencia de lo que es un gobierno patriótico y democrático.

Existen miles de ninis que se refugian en el efímero sopor que representa el consumo de drogas y estupefacientes. Otros, que también son miles, se distraen jugando en las calles -a falta de campos deportivos-, o bien, ayudan a sus padres en las labores del taller o negocio familiar. Y la inmensa mayoría aguardan y suscriben, sin obtener respuesta, solicitudes de empleo, con la esperanza de que el gobierno descubra que existen, que están ahí, que son reales, que son parte de este México nuestro.


El próximo gobierno de la república autorizará una partida presupuestal de 108 mil millones de pesos para el programa de becas “Jóvenes construyendo el futuro”...

En apoyo a 2 millones 300 mil jóvenes que ni trabajan ni estudian. Los abundantes recursos a invertir en los becarios (un poco más de los 106 mil millones de pesos que recibió para 2018 para su operación la Sedesol), causan sorpresa. Pero mayor asombro es que millones de ninis desaparecieron durante años de la miope perspectiva oficial. Se esfumaron para quienes se cubrieron los ojos ante un evento palmario. Es claro que las autoridades ignoraron durante mucho tiempo el destino de los ninis, porque andaban más ocupadas en ver la manera de escalar puestos políticos que en servir a la patria y resolver, en lo posible, los problemas apremiantes.

¿Qué hacen los ninis? ¿Dónde están? ¿A qué se dedican? Muchos de ellos delinquen ante el desempleo que azota al país, por la carencia de oportunidades para significarse socialmente. Cientos de miles de jóvenes están en las penitenciarias, que es a donde van a dar a causa de la ineficacia de quienes desde los altos puestos burocráticos traicionaron los ideales de ejercer una fuerza gubernativa idéntica para todos los sectores sociales que constituyen el conglomerado nacional. Esto que es discriminatorio, desvirtúa la esencia de lo que es un gobierno patriótico y democrático.

Existen miles de ninis que se refugian en el efímero sopor que representa el consumo de drogas y estupefacientes. Otros, que también son miles, se distraen jugando en las calles -a falta de campos deportivos-, o bien, ayudan a sus padres en las labores del taller o negocio familiar. Y la inmensa mayoría aguardan y suscriben, sin obtener respuesta, solicitudes de empleo, con la esperanza de que el gobierno descubra que existen, que están ahí, que son reales, que son parte de este México nuestro.