/ domingo 21 de enero de 2024

Vivencias | ¿Generación de cristal?

Quizá ha oído este término o quizá no, cuando se habla sobre ello, se refiere a los nacidos en la década de los 2000. Y se les llama así por ser considerados por muchos como una generación frágil, propensa a quebrarse con facilidad precisamente como el cristal.

Se dice por ejemplo que esperan demasiado de la vida, que no se pueden manejar con resistencia ante las dificultades, pero todo esto lo niego rotundamente.

Tengo una nieta nacida en esa década, y puedo decirles que, junto con sus amigos, enfrentan la vida no solo con optimismo sino con una alegría que contagia. Es guerrera, es fuerte, y espera siempre que pase lo mejor y sin miedo.

Estos jóvenes han enfrentado avances tecnológicos impresionantes con una serenidad que asombra, han sobrevivido una pandemia que les cambió sus vidas para siempre, que los obligó a encerrarse y a modificar todas sus formas de convivencia incluyendo la escolar.

Se enfrentaron a un cambio brutal de las aulas y la educación presencial, a las clases en línea y a investigar por su cuenta, a las no salidas en grupo, y que pasaron del ruido adolescente al silencio total.

Manejaron el estrés de manera extraordinaria y su capacidad de adaptación fue asombrosa y ahora son fuertes. Hablan de frente sin tapujos. Defienden el medio ambiente con pasión, opinan sin miedo de cualquier causa social, se involucran con y para la comunidad con gran sensibilidad, les gusta ayudar a los demás, aman y protegen a los animales. Aceptan la diversidad, no solo la sexual. No acostumbran juzgar. Nacieron con el internet y han crecido al mismo ritmo que él.

Son transparentes, beben menos, se cuidan más.

¿Y saben qué? Saben estar con ellos mismos, pero disfrutan la compañía. Aman a su familia y procuran la unión y buscan vivir con un propósito.

Sí, sus retos son enormes. Enfrentan un mundo globalizado que les exige saber más, aprender más para ser competitivos laboralmente. Están frente al surgimiento de la Inteligencia Artificial y le competirán, se encontrarán con grandes avances tecnológicos día a día.

Con todo, cuando la veo pienso: ¿cuál generación de cristal?

Ayudémoslos a enfrentar sus retos, enseñémosles a ver sus fortalezas. Acompañémoslos en sus sueños.

De ellos es este mundo, ellos lo conducirán dentro de muy poco y su resiliencia será su mejor arma.

¡Arriba la Generación de Cristal!

Quizá ha oído este término o quizá no, cuando se habla sobre ello, se refiere a los nacidos en la década de los 2000. Y se les llama así por ser considerados por muchos como una generación frágil, propensa a quebrarse con facilidad precisamente como el cristal.

Se dice por ejemplo que esperan demasiado de la vida, que no se pueden manejar con resistencia ante las dificultades, pero todo esto lo niego rotundamente.

Tengo una nieta nacida en esa década, y puedo decirles que, junto con sus amigos, enfrentan la vida no solo con optimismo sino con una alegría que contagia. Es guerrera, es fuerte, y espera siempre que pase lo mejor y sin miedo.

Estos jóvenes han enfrentado avances tecnológicos impresionantes con una serenidad que asombra, han sobrevivido una pandemia que les cambió sus vidas para siempre, que los obligó a encerrarse y a modificar todas sus formas de convivencia incluyendo la escolar.

Se enfrentaron a un cambio brutal de las aulas y la educación presencial, a las clases en línea y a investigar por su cuenta, a las no salidas en grupo, y que pasaron del ruido adolescente al silencio total.

Manejaron el estrés de manera extraordinaria y su capacidad de adaptación fue asombrosa y ahora son fuertes. Hablan de frente sin tapujos. Defienden el medio ambiente con pasión, opinan sin miedo de cualquier causa social, se involucran con y para la comunidad con gran sensibilidad, les gusta ayudar a los demás, aman y protegen a los animales. Aceptan la diversidad, no solo la sexual. No acostumbran juzgar. Nacieron con el internet y han crecido al mismo ritmo que él.

Son transparentes, beben menos, se cuidan más.

¿Y saben qué? Saben estar con ellos mismos, pero disfrutan la compañía. Aman a su familia y procuran la unión y buscan vivir con un propósito.

Sí, sus retos son enormes. Enfrentan un mundo globalizado que les exige saber más, aprender más para ser competitivos laboralmente. Están frente al surgimiento de la Inteligencia Artificial y le competirán, se encontrarán con grandes avances tecnológicos día a día.

Con todo, cuando la veo pienso: ¿cuál generación de cristal?

Ayudémoslos a enfrentar sus retos, enseñémosles a ver sus fortalezas. Acompañémoslos en sus sueños.

De ellos es este mundo, ellos lo conducirán dentro de muy poco y su resiliencia será su mejor arma.

¡Arriba la Generación de Cristal!