/ domingo 3 de marzo de 2024

Vivencias / ¿Se acerca el día cero?

Seguramente ha oído o lo oirá próximamente. El día cero se refiere a la fecha fatídica en la que una ciudad, región o país se quedará sin el agua suficiente para satisfacer las necesidades de su población. Más de la cuarta parte del mundo vive bajo esa amenaza latente.

Todos sabemos que la sequía azota a gran parte del país desde hace tiempo, que las presas ven disminuir sus volúmenes de líquido sin respiro alguno, nuestra amada Laguna del Chairel ve mermada su profundidad a pasos agigantados. Solo pasar un día sin agua, y la gran mayoría de nosotros lo hemos sufrido, cambia nuestras costumbres, nuestra vida y nos damos cuenta cuando nos hace falta, de cuánto la necesitamos. Y ante el aviso, a veces a destiempo, solemos recurrir a cubetas, a pedirle a los vecinos, a comprar un tinaco cuando podemos y mil cosas más. ¡Vaya! Sabemos lo que se siente. Y eso que somos una zona bendecida por Dios, rodeada de agua y de ríos caudalosos.

En estos tiempos, cuando oímos que se acerca la hora cero, se refiere a que estudios de Conagua muestran que el sistema Cutzamala que es el encargado de almacenar, potabilizar y suministrar el agua a la capital del país y al valle de México está por colapsar. El Gobierno federal lo ha querido circunscribir a un tema electoral, pero no lo es. El acceso al agua, al igual que todos los derechos humanos no pueden circunscribirse a cuestiones de partido o electorales. El acceso al agua es el acceso a la vida.

Que un sistema de agua colapse implica el racionamiento del vital líquido, ya que se limitaría el consumo libre del que afortunadamente gozamos los habitantes de esta zona.

Comprendemos sin duda, la magnitud del problema que enfrentarán nuestros conciudadanos, de esa zona.

Los cambios climáticos, producto de causas múltiples han cambiado el patrón de lluvias en todo el planeta, cuando no nos enfrentamos a inundaciones, nos falta el agua y esto se agrava en un estado como el nuestro donde los diferentes cultivos y los animales requieren grandes cantidades de agua que nos hacen defenderla con lo que podemos.

La crisis del agua es un tema vital, es un tema del que deberíamos ser conscientes todos. Debe ser una prioridad de gobierno, debe ser cuidado por todos. Tomar duchas rápidas, cerrar el grifo cuando nos lavemos los dientes, utilizar la lavadora con carga completa, no desperdiciarla, cuidar las fugas y tantas cosas que podemos hacer ayudaría a evitar esta crisis.

Como todos los problemas que enfrentamos en todas las épocas, solo entre todos, alejados de discusiones estériles, unidos para buscar soluciones nos permitirán no vivir angustiados con la llegada de un día cero, que podríamos no ver nosotros, pero sí nuestros hijos o nietos.

Cuidemos el agua. Cuidemos la vida.

Seguramente ha oído o lo oirá próximamente. El día cero se refiere a la fecha fatídica en la que una ciudad, región o país se quedará sin el agua suficiente para satisfacer las necesidades de su población. Más de la cuarta parte del mundo vive bajo esa amenaza latente.

Todos sabemos que la sequía azota a gran parte del país desde hace tiempo, que las presas ven disminuir sus volúmenes de líquido sin respiro alguno, nuestra amada Laguna del Chairel ve mermada su profundidad a pasos agigantados. Solo pasar un día sin agua, y la gran mayoría de nosotros lo hemos sufrido, cambia nuestras costumbres, nuestra vida y nos damos cuenta cuando nos hace falta, de cuánto la necesitamos. Y ante el aviso, a veces a destiempo, solemos recurrir a cubetas, a pedirle a los vecinos, a comprar un tinaco cuando podemos y mil cosas más. ¡Vaya! Sabemos lo que se siente. Y eso que somos una zona bendecida por Dios, rodeada de agua y de ríos caudalosos.

En estos tiempos, cuando oímos que se acerca la hora cero, se refiere a que estudios de Conagua muestran que el sistema Cutzamala que es el encargado de almacenar, potabilizar y suministrar el agua a la capital del país y al valle de México está por colapsar. El Gobierno federal lo ha querido circunscribir a un tema electoral, pero no lo es. El acceso al agua, al igual que todos los derechos humanos no pueden circunscribirse a cuestiones de partido o electorales. El acceso al agua es el acceso a la vida.

Que un sistema de agua colapse implica el racionamiento del vital líquido, ya que se limitaría el consumo libre del que afortunadamente gozamos los habitantes de esta zona.

Comprendemos sin duda, la magnitud del problema que enfrentarán nuestros conciudadanos, de esa zona.

Los cambios climáticos, producto de causas múltiples han cambiado el patrón de lluvias en todo el planeta, cuando no nos enfrentamos a inundaciones, nos falta el agua y esto se agrava en un estado como el nuestro donde los diferentes cultivos y los animales requieren grandes cantidades de agua que nos hacen defenderla con lo que podemos.

La crisis del agua es un tema vital, es un tema del que deberíamos ser conscientes todos. Debe ser una prioridad de gobierno, debe ser cuidado por todos. Tomar duchas rápidas, cerrar el grifo cuando nos lavemos los dientes, utilizar la lavadora con carga completa, no desperdiciarla, cuidar las fugas y tantas cosas que podemos hacer ayudaría a evitar esta crisis.

Como todos los problemas que enfrentamos en todas las épocas, solo entre todos, alejados de discusiones estériles, unidos para buscar soluciones nos permitirán no vivir angustiados con la llegada de un día cero, que podríamos no ver nosotros, pero sí nuestros hijos o nietos.

Cuidemos el agua. Cuidemos la vida.