/ domingo 7 de enero de 2024

Vivencias | Optimismo

Sé que este año que recién empieza, ya está enfrentando malas noticias, hechos crueles, migración sin control, asaltos, secuestros, asesinatos. Y sin duda seguirá pasando a como van las cosas, pero no podemos quedarnos como simples espectadores. Hay que hacer algo.

Pero insisto en que también están pasando cosas buenas, que quizás perdidas ante los sucesos impresionantes, no vemos o no queremos ver.

Más allá de la polarización que veremos mas acentuada en los próximos meses, tenemos la obligación moral de destacar importantes avances que se están dando en el mundo gracias al tesón, la inteligencia y el talento de viejos y jóvenes que insisten en recordarnos que lo bueno existe.

Por ejemplo, en Bután, Nigeria e India ya se imparten materias desde pequeños, como meditación o tolerancia al fracaso y se insiste en muchas partes que la felicidad no depende del dinero ni de las cosas materiales sino del optimismo.

Los optimistas viven en promedio seis años más, eso debería ser suficiente argumento, pero ahí les va otro dato, en Inglaterra se ha detectado con claridad que el 20% de las personas que iban a consulta lo que requerían en realidad era compañía y crearon una figura que los acompaña como tratamiento. De hecho, existen ya más de diez mil centros con personal calificado. A medida que la esperanza de vida crece, la soledad se convierte en enfermedad, lo cual, todos sabemos es completamente curable. Impulsar actividades para los adultos mayores donde convivan, acompañar a los que están cerca de nosotros, ayuda.

Y hay más noticias para documentar nuestro optimismo. En salud hay noticias extraordinarias, ya existe una vacuna mejorada contra la malaria, se descubrió cómo combatir la depresión post- parto con sólo una pastilla.

En cuanto al cáncer de pulmón, se utiliza ya la Inteligencia Artificial para el diagnóstico más temprano. Hay avances en el tratamiento del Alzheimer que puede frenar la rapidez de su avance.

Y algo que está al alcance de todos nosotros, hacer buenas obras, aunque sean pequeñas nos ayuda a sentirnos mejor. Andrés Oppenheimer en su último libro: “Cómo salir del pozo. Las llaves de la felicidad de los países”, expresa con indicadores científicos que la felicidad se basa en trabajar para y con los demás.

Mejorar lo que podamos, ser positivos, ayudar como podamos a los que nos rodean, hacer el bien, aunque sea poco, trabajar en nosotros mismos, ver nuestra realidad con buenos ojos y ayudarnos unos a otros es hacer nuestra parte para que el optimismo reine este año, sobre todo lo que nos intentará dividir y deprimirnos. No nos dejemos. Seamos optimistas para vivir más y mejor.

Un muy feliz año para todos.

A medida que la esperanza de vida crece, la soledad se convierte en enfermedad, lo cual, todos sabemos es completamente curable

Sé que este año que recién empieza, ya está enfrentando malas noticias, hechos crueles, migración sin control, asaltos, secuestros, asesinatos. Y sin duda seguirá pasando a como van las cosas, pero no podemos quedarnos como simples espectadores. Hay que hacer algo.

Pero insisto en que también están pasando cosas buenas, que quizás perdidas ante los sucesos impresionantes, no vemos o no queremos ver.

Más allá de la polarización que veremos mas acentuada en los próximos meses, tenemos la obligación moral de destacar importantes avances que se están dando en el mundo gracias al tesón, la inteligencia y el talento de viejos y jóvenes que insisten en recordarnos que lo bueno existe.

Por ejemplo, en Bután, Nigeria e India ya se imparten materias desde pequeños, como meditación o tolerancia al fracaso y se insiste en muchas partes que la felicidad no depende del dinero ni de las cosas materiales sino del optimismo.

Los optimistas viven en promedio seis años más, eso debería ser suficiente argumento, pero ahí les va otro dato, en Inglaterra se ha detectado con claridad que el 20% de las personas que iban a consulta lo que requerían en realidad era compañía y crearon una figura que los acompaña como tratamiento. De hecho, existen ya más de diez mil centros con personal calificado. A medida que la esperanza de vida crece, la soledad se convierte en enfermedad, lo cual, todos sabemos es completamente curable. Impulsar actividades para los adultos mayores donde convivan, acompañar a los que están cerca de nosotros, ayuda.

Y hay más noticias para documentar nuestro optimismo. En salud hay noticias extraordinarias, ya existe una vacuna mejorada contra la malaria, se descubrió cómo combatir la depresión post- parto con sólo una pastilla.

En cuanto al cáncer de pulmón, se utiliza ya la Inteligencia Artificial para el diagnóstico más temprano. Hay avances en el tratamiento del Alzheimer que puede frenar la rapidez de su avance.

Y algo que está al alcance de todos nosotros, hacer buenas obras, aunque sean pequeñas nos ayuda a sentirnos mejor. Andrés Oppenheimer en su último libro: “Cómo salir del pozo. Las llaves de la felicidad de los países”, expresa con indicadores científicos que la felicidad se basa en trabajar para y con los demás.

Mejorar lo que podamos, ser positivos, ayudar como podamos a los que nos rodean, hacer el bien, aunque sea poco, trabajar en nosotros mismos, ver nuestra realidad con buenos ojos y ayudarnos unos a otros es hacer nuestra parte para que el optimismo reine este año, sobre todo lo que nos intentará dividir y deprimirnos. No nos dejemos. Seamos optimistas para vivir más y mejor.

Un muy feliz año para todos.

A medida que la esperanza de vida crece, la soledad se convierte en enfermedad, lo cual, todos sabemos es completamente curable