Seguro que has oído hablar de ellas y sin duda conoces algunas o muchos o peor, vives con alguien así.
Si buscamos en el diccionario la palabra, encontraremos que tóxico es algo que contiene veneno, por lo tanto, que daña y en ocasiones mata.
Todos conocemos a alguien que por alguna razón nos hace sentir incómodos, inseguros. A veces sólo es alguien conocido y simplemente nos alejamos, pero otras veces son cercanos, muy cercanos como nuestra pareja, algún hermano, nuestro padre y eso nos hace ser infelices.
Las personas tóxicas existen y tenemos que aprender a poner distancia con ellas. O quizá, nosotros mismos lo seamos para alguien y ni cuenta nos damos.
Las peligrosas son las que son tóxicas para todos los que las rodean, esas personas jamás están satisfechas, normalmente son vanidosas, pagadas de sí mismas, ególatras o creen que siempre tienen la razón y jamás reconocen su culpa, aunque sea obvio que la tienen.
Hay relaciones normales, superan cualquier cosa, pueden tener gustos diferentes, se criaron en familias con diferentes valores, no creen en lo mismo, etc. Pero encuentran la manera de convivir sin tocar los temas que los alejan. O es alguien que es quizá sólo tóxico para ti, pero no para los demás. O sólo eres o es tóxico a veces. Todo eso es normal. No somos perfectos.
Pero hay personas que son tóxicas para todos, están dañadas, sólo esperan que te sientas mal, por lo que sea, minan a diario tu autoestima, te ofenden constantemente, no se ponen en tu lugar porque no les importa si te lastiman y en los casos extremos son peligrosos.
Si alguna persona te hace sentir incómodo, inseguro, te produce ansiedad, te hace sentir menos, te hace dudar de ti mismo, te quita la autoestima, es importante que tú pongas un alto. Puede ser que ni siquiera se dé cuenta o puede ser que ese sea su propósito, pero aun así te hace daño. Si es así, aléjate de ella. No es bueno para ti.
Si vives con alguien y ese alguien saca lo peor de ti, cuidado, estás en una relación tóxica que sólo irá empeorando. No es vida vivir entre gritos, discusiones, o que simplemente seas ignorado.
Vivir en una relación tóxica es vivir intranquilo, con miedo, con amargura, te hace perder la esperanza y con ello la oportunidad de agradecer a Dios por un día más de vida.
Tener paz y tranquilidad en nuestra vida es algo que vamos apreciando con el tiempo. Se vuelve quizá, lo más importante. Valoremos eso, alejémonos de gente tóxica, de relaciones tóxicas, y decidamos poner un alto, porque está en riesgo lo mas importante que tienes: tu vida y tu felicidad.
