El Día de Acción de Gracias es una festividad que iniciaron los puritanos del May Flower originalmente el último jueves de noviembre...
Ahora es el cuarto jueves del mismo mes, para simbolizar la entrega de pavos a los inmigrantes europeos por parte de residentes nativos de lo que ahora es la Unión Americana. Y lo que empezó siendo un detalle de buena voluntad, finalmente decidió la fortuna de millones de simpáticos guajolotes. Ahora, el plumífero en cuestion, aparece relleno de frutillas y acompañado de mermelada de arándano en el centro de la mesa de millones de hambrientos comensales.
Sin duda, cada fin de año la vida se complica para el Meleagris Gallopavo, que no es otro que el mexicanísimo guajolote. Pero al menos somos la nación que regaló al mundo esta ave dueña de gran temperamento y carácter irrepetible en la clasificación animal, espécimen útil, que baila y se pavonea orgulloso de su linaje.
El excelso sabor del guajolote le adjudica virtudes del orden gastronómico, pero también lo distingue por ser la única ave de corral que forma rebaños y sabe de compañerismo y disciplina. A este personaje incomprendido e inconfundible en la escala zoológica lo único que lo pierde es su vanidad terrena, igual a la de los humanos. Su presunción y extravagancia lo acercan al ridículo, pese al celo con que guarda su dignidad, cosa que no lo libra de convertirse frecuentemente en el hazmerreir de la gente.
Hoy le rendimos merecido tributo al guajolote, extraordinaria ave que en nuestro suelo desde la época precortesiana y después con los conquistadores españoles es considerada un manjar digno de efemérides notables.
PS. Habitantes de la ciudad de Tijuana llevaron pizza a integrantes de la caravana de centroamericanos que pretenden ingresar sin papeles a Estados Unidos. Esto, como seña de amistad. No existe mejor manera de acercar a la gente que compartir los alimentos.
