/ domingo 12 de junio de 2022

Johann Georg Hamann, el Mago del Norte

Del Romanticismo al Idealismo Alemán.

Como suele suceder en la historia existen personajes de los que somos deudores por su obra o pensamiento y Johann Georg Hamann es uno de ellos, sobre él escribe Isahia Berlín "Sí Hamann hubiese muerto en 1756, a su regreso de Gran Bretaña tras su fracasada misión encomendada, por la aristocrática Familia Berens de Prusia, tal vez merecería su actual olvido, pero esto no sucedió".

Precisamente a partir de ese año, desarrolló una febril actividad intelectual en contra de la ilustración por la que es digno de recordarlo ahora dado el impacto que tuvo su obra en el posterior desarrollo del romanticismo e idealismo alemán.

El Mago del Norte fue un escritor oscuro, de difícil comprensión como pocos, asistemático, pero dentro de toda esta abstrusa selva de ideas, radicaba una letal crítica a la razón ilustrada, enderezada contra la errada pretensión de totalidad, basada en la noción de un conocimiento del mundo desde una visión unidimensional racionalista que subordinaba otras esferas del ser como el sentimiento o la espiritualidad.

Por increíble que parezca para quienes conocen la obra del empirista David Hume, Hamann encontró en la obra de aquel con su énfasis en las pasiones y afección psicológica, el soporte necesario en que apoyar su rechazo a las ideas generalizadoras de la ilustración.

Hamann partió del argumento de Hume en contra de la existencia del principio de causalidad, Hume tenía como principio de verdad el hecho de que sólo tenemos conocimiento de las cosas a através de las impresiones que ellas producen en nosotros, el ejemplo más famoso es el de las bolas de billar, tenemos la impresión de una bola chocando y moviendo a otra, lo que no tenemos es la impresión de esa relación de causalidad, Hume, decía que es la asociación de ideas lo que nos hace creer que existe tal relación causal, porque en el pasado cada que una bola de billar choca con otra la mueve, haciendo que proyectemos al futuro experiencias pasadas, para Hume la causalidad es una producción psicológica y no tiene existencia.

De lo que dedujo Hume que los hombres nos movemos en el mundo con base a la creencia, esto le dio la pauta a Hamann para afirmar que el verdadero, conocimiento se adquiere a través de la introspección, la creencia y la fe, no a través de construcciones científicas a las que él consideró artificiales y arbitrarias.

A este respecto escribía Hamann: "No percibimos en la naturaleza las causas o las necesidades, las creemos, actuamos como sí aquellas existieran; pensamos y formulamos nuestras ideas en los términos de tales creencias pero ellas por sí mismas son hábitos mentales, formas de facto de la conducta humana, y el empeño en deducir de ellas la estructura del universo es un monstruoso afán por convertir nuestros hábitos subjetivos- que difieren en tiempos y lugares; en inalterables, en necesidades objetivas de la naturaleza.

Kierkegaard, admirador de Hamann, desarrollará otra vertiente del pensamiento de este, lo que de manera embrionaria tenía de existencialista, Hamann sostenía que la razón no puede dar cuenta de la existencia porque está la precede en su realidad, es innegable la similitud con el pensamiento de Sartre, cuando dice :"En el Hombre, la existencia, precede a la esencia".

Con esta afirmación Sartre, rechazaba el Cogito Ergo Sum cartesiano, al igual que Hamann, pero en Sartre el propósito fue despejar el camino a la libre elección del individuo al ir realizando sus potencialidades y en Hamann, fue por repudio al racionalismo esquemático de Descartes.

Hamann será más conocido por obra de sus fieles y célebres discípulos, Herder y Jacobi, por la desaforada admiración que le prodigaron poetas románticos como Goethe, e incluso el propio Kant, entre otros.

Y aunque Hamann, Herder y Jacobi, afirma F. Copleston, "jamás habrían aprobado el posterior desarrollo del idealismo", desarrollo de corte racionalista y abstracto, está fuera de toda discusión la conexión entre el romanticismo y el posterior idealismo alemán, de la señalada insostenibilidad de la cosa en Sí de Kant hecha por Jacobi se llega a Fichte, y de la afirmación de la totalidad orgánica de las culturas de Herder, se llega a Hegel.

Sotelo27@me.com

Del Romanticismo al Idealismo Alemán.

Como suele suceder en la historia existen personajes de los que somos deudores por su obra o pensamiento y Johann Georg Hamann es uno de ellos, sobre él escribe Isahia Berlín "Sí Hamann hubiese muerto en 1756, a su regreso de Gran Bretaña tras su fracasada misión encomendada, por la aristocrática Familia Berens de Prusia, tal vez merecería su actual olvido, pero esto no sucedió".

Precisamente a partir de ese año, desarrolló una febril actividad intelectual en contra de la ilustración por la que es digno de recordarlo ahora dado el impacto que tuvo su obra en el posterior desarrollo del romanticismo e idealismo alemán.

El Mago del Norte fue un escritor oscuro, de difícil comprensión como pocos, asistemático, pero dentro de toda esta abstrusa selva de ideas, radicaba una letal crítica a la razón ilustrada, enderezada contra la errada pretensión de totalidad, basada en la noción de un conocimiento del mundo desde una visión unidimensional racionalista que subordinaba otras esferas del ser como el sentimiento o la espiritualidad.

Por increíble que parezca para quienes conocen la obra del empirista David Hume, Hamann encontró en la obra de aquel con su énfasis en las pasiones y afección psicológica, el soporte necesario en que apoyar su rechazo a las ideas generalizadoras de la ilustración.

Hamann partió del argumento de Hume en contra de la existencia del principio de causalidad, Hume tenía como principio de verdad el hecho de que sólo tenemos conocimiento de las cosas a através de las impresiones que ellas producen en nosotros, el ejemplo más famoso es el de las bolas de billar, tenemos la impresión de una bola chocando y moviendo a otra, lo que no tenemos es la impresión de esa relación de causalidad, Hume, decía que es la asociación de ideas lo que nos hace creer que existe tal relación causal, porque en el pasado cada que una bola de billar choca con otra la mueve, haciendo que proyectemos al futuro experiencias pasadas, para Hume la causalidad es una producción psicológica y no tiene existencia.

De lo que dedujo Hume que los hombres nos movemos en el mundo con base a la creencia, esto le dio la pauta a Hamann para afirmar que el verdadero, conocimiento se adquiere a través de la introspección, la creencia y la fe, no a través de construcciones científicas a las que él consideró artificiales y arbitrarias.

A este respecto escribía Hamann: "No percibimos en la naturaleza las causas o las necesidades, las creemos, actuamos como sí aquellas existieran; pensamos y formulamos nuestras ideas en los términos de tales creencias pero ellas por sí mismas son hábitos mentales, formas de facto de la conducta humana, y el empeño en deducir de ellas la estructura del universo es un monstruoso afán por convertir nuestros hábitos subjetivos- que difieren en tiempos y lugares; en inalterables, en necesidades objetivas de la naturaleza.

Kierkegaard, admirador de Hamann, desarrollará otra vertiente del pensamiento de este, lo que de manera embrionaria tenía de existencialista, Hamann sostenía que la razón no puede dar cuenta de la existencia porque está la precede en su realidad, es innegable la similitud con el pensamiento de Sartre, cuando dice :"En el Hombre, la existencia, precede a la esencia".

Con esta afirmación Sartre, rechazaba el Cogito Ergo Sum cartesiano, al igual que Hamann, pero en Sartre el propósito fue despejar el camino a la libre elección del individuo al ir realizando sus potencialidades y en Hamann, fue por repudio al racionalismo esquemático de Descartes.

Hamann será más conocido por obra de sus fieles y célebres discípulos, Herder y Jacobi, por la desaforada admiración que le prodigaron poetas románticos como Goethe, e incluso el propio Kant, entre otros.

Y aunque Hamann, Herder y Jacobi, afirma F. Copleston, "jamás habrían aprobado el posterior desarrollo del idealismo", desarrollo de corte racionalista y abstracto, está fuera de toda discusión la conexión entre el romanticismo y el posterior idealismo alemán, de la señalada insostenibilidad de la cosa en Sí de Kant hecha por Jacobi se llega a Fichte, y de la afirmación de la totalidad orgánica de las culturas de Herder, se llega a Hegel.

Sotelo27@me.com