¿Ya vieron la película? Si no lo han hecho, véanla. Es la última de Eugenio Derbez. Confieso que más bien lo tengo catalogado como un gran cómico y en serio que hace reír, pero en esta película que es producida por él, me sorprendió el giro que se da a sí mismo, caracterizando a un profesor que realmente le gusta ser profesor.
Radical está basada en la vida real y ocurre precisamente en un lugar de nuestro estado, en Matamoros, en una escuela de barrio pobre donde no crece precisamente la esperanza. El maestro existe, su nombre es Sergio Juárez y aún da clases. El tiempo se sitúa en 2013 ya hace diez años, y desgraciadamente para la escuela “José Urbina López” sigue padeciendo la falta de computadoras, o de las condiciones que uno esperaría tuvieran todas las escuelas de nuestro país.
Y aunque insisto en que la vean, dos personajes me robaron el corazón. Una, porque brilló a pesar del basurero donde se crió y que seguro algunos de ustedes recuerdan: Paloma Noyola, quien sacó la máxima puntuación de la prueba Enlace con 921 puntos de los 921 posibles. Dotada de cualidades excepcionales en matemáticas. Paloma Noyola fue inclusive calificada como la nueva “Steve Jobs”
Y el otro un chavito que ya se había enrolado, sin saber, en el narcotráfico.
Lo impactante es que fue real, como tantas cosas que vemos y ya no nos sorprenden. Lo impactante es que un maestro haya visto una técnica de educación en Youtube, y haya decidido echarla a andar en esa escuela a la que fue “castigado”, y enseñar lo que debiera ser lo principal en la escuela, a pensar por sí mismos, a encontrar sus propias cualidades y a resolver sus propios problemas.
Lo hizo en medio de mil dificultades, en contra de la voluntad de muchos, sin lo necesario, sin libros, sin computadoras, sin Internet, pero logró que muchos de sus alumnos, encontraran su potencial.
En esa ocasión todos pasaron la prueba, cuando nadie esperaba nada de ellos y junto con Paloma Noyola, trece alumnos sacaron calificaciones excelentes.
Y esto viene a cuento ahora, por nuestros resultados de la ahora llamada prueba PISA, y ahí les va. En diez años estamos igual, dos de cada tres estudiantes no lograron realizar operaciones matemáticas simples, uno de cada dos no comprendió la lectura y en ciencias ni para que les cuento.
Este problema no es de quien gobierna, es un problema que tenemos desde hace tiempo y que tenemos que resolver entre todos.
Vayan a ver la película o consíganla, de verdad que después de verla, no serán los mismos. Todavía hay esperanza y aún por ahí hay muchos buenos, con ganas de cambiar nuestra realidad.
De lo único que no tengo duda es que en la educación está la clave de todo. Lo impactante es que fue real, como tantas cosas que vemos y ya no nos sorprenden.
